Esto es debido a las intensas lluvias que se registran desde
hace varios meses en la región. Un relevamiento de los yerbales permitió
establecer que al final de la zafra las pérdidas rondarían el 40% de la materia
prima.
Los datos surgen del Instituto Nacional de la Yerba Mate
(INYM), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y las distintas
asociaciones de productores.
La caída de las hojas en los yerbales se produjo
principalmente por la aparición de un hongo a causa de la excesiva humedad que
soporta la región desde abril.
Los más afectados son los yerbales más viejos (el 30% de
toda la superficie cultivada) o aquellos que están en terrenos más degradados.
Mientras en la zona Norte de Misiones estimaron que la
pérdida llega al 40%, en Apóstoles -la región productora por excelencia-
sostienen que en algunos yerbales la caída de las hojas supera el 60%.
Las precipitaciones también provocaron una considerable
demora en la cosecha. Desde la Cámara de Molineros de la Zona Productora
dijeron que el retraso supera los 60 millones de kilos de hoja verde. "De acá a
septiembre tenemos que levantar todavía 400 millones de kilos de materia
prima”, sostuvo Roberto Montechiesi, directivo de esa Cámara.
Montechiesi dijo que "los molinos no tienen stock de yerba y
esto podría repercutir en las góndolas hacia fin de año con un incremento en
los precios”.
En el sector yerbatero ya descuentan que la merma en la
producción primaria rondará los 300 millones de kilos.
Los productores, que en marzo protagonizaron una toma del
INYM para reclamar que se pague el precio fijado para la materia prima, estiman
que la menor oferta de hoja verde podría elevar los valores que pagan los
secaderos. Y se ilusionan que incluso superen los 6,02 pesos fijados por
Agricultura de la Nación como precio de referencia.
La próxima semana, distintos referentes de la cadena
yerbatera insistirán ante el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca con
un pedido de asistencia financiera para superar la pobre cosecha.