"Yo trabaje en mi tesis en la producción de un polímero que
es similar a los polímeros que se utilizan en la producción de plásticos con la
diferencia de que los plásticos que normalmente conocemos en la vida cotidiana
-recipientes, bolsas- derivan del petróleo, son polímeros sintéticos. En este caso existe la posibilidad de obtener
algunos tipos de plásticos que se llaman biopolímeros que son de origen
biológico”. Fariña, explicó que hay distintas posibilidades en cuanto al origen
de un polímero, "un biopolímero podría ser tranquilamente por ejemplo de origen
vegetal, pero también existe la posibilidad de obtener estos biopolímeros a
través de microorganismos. Por ejemplo,
un grupo de microorganismos que lo producen son los hongos filamentosos. La
estrategia entonces es utilizar estos
hongos, que nosotros los hacemos crecer en bioreactores -medios de cultivo
optimizados- en un medio líquido donde el hongo libera este polímero y después
se purifica para estudiarlo, saber que propiedades tiene, y en que lo podemos
aplicar”.
Lo fundamental de estos biopolímeros, explica Fariña, es que
son recursos renovables y no se utiliza petróleo. Son mucho más ecológicos y
forman parte de lo que se conoce como química verde, más amigable con el medio
ambiente y sus recursos. "Nosotros
podemos producir este tipo de compuestos en un bioreactor y utilizarlos
permanentemente, y los recursos son prácticamente inagotables a diferencia
también de lo que puede ocurrir con otro polímero de origen biológico, por
ejemplo, de una planta, ya que éstos dependen de las condiciones climáticas”,
agregó.
Aplicaciones
"Nosotros trabajamos con un polímero durante muchos años que
se llama Escleroglucano, producido por un hongo. Con este polímero se puede
aumentar la viscosidad de algunas soluciones, y eventualmente podría ser
aplicado en la industria alimentaria, pero también se podría utilizar en la
industria cosmética y en la industria farmacéutica, por ejemplo para vendajes
reabsorbibles”, precisó la especialista. Otra aplicación que podría tener es en
envoltorios inteligentes para alimentos. "Por ejemplo para el recubrimiento de frutas y de alguna manera agregar
otros componentes que retarden el proceso de maduración”. Finalmente, reemplazar las bolsas plásticas
buscando alternativas más ecológicas dará un respiro enorme al medio ambiente.
Estas sustancias se están produciendo actualmente en el
centro de CONICET de Tucumán, Proimi, y se trabaja en cooperación con el CITCA.
"Existe la posibilidad de escalar el proceso de producción y la estrategia
seria fundamentalmente contactarnos con empresas del medio para procurar la
explotación de este tipo de productos que tienen muchas aplicaciones y muchas
virtudes, y en algunos campos más sencillos en donde se podrían aplicar. Hoy en día ya se pueden hacer los primeros
ensayos pilotos de aplicación y abre grandes posibilidades”, concluyó.
Visita de investigador alemán
Organizado por
Schmid llegó a la provincia por los convenios de cooperación
bilateral con los que cuenta el CONICET con varios centros de investigación del
mundo. Su principal línea de investigación está centrada en los biopolímeros
principalmente producidos por bacterias. En la provincia visitó laboratorios
del CITCA. Durante la conferencia mostró lo que se está investigando en
Alemania, para que se conozca qué se hace y si es posible establecer
cooperación entre las líneas de investigación de ambos países.
Schmid comentó que conoce la investigación local
(fundamentalmente las líneas de investigación de antimicrobianos producidos por
bacterias marinas) y también la producción agropecuaria de la provincia,
principalmente la actividad olivícola. En ese sentido, explicó que uno de los
tópicos que ellos investigan es la recuperación de residuos agroindustriales para producir otros
productos de interés, por ejemplo el alperujo.
A su vez, Fariña afirmó que el Dr. Schmid "hizo su tesis en
la investigación genética de la producción del polímeros para indagar, sobre
todo, porqué el hongo produce este tipo de polímeros y cómo podríamos mejorar
su producción” y detalló que el científico alemán es el líder del grupo de trabajo denominado
"Química de Recursos Biogénicos”, el cual investiga otros polímeros de origen
microbiano y bacteriano para ver su potencial aplicación, sobre todo a nivel
industrial”.