lunes, 23 de diciembre de 2013
00:00
lunes, 23 de diciembre de 2013
00:00
Publicado el 23/12/2013 - FRÍAS, (enviados especiales) “Mire don, las avionetas aparecieron de nuevo. Olfatiamos que no es para bien”.
Don Juan mira al cielo y su corazonada parece sobresaltarlo. El negocio de la droga echó a andar de nuevo, apenas casi dos meses después de la caída de Claudio “Gallo” Andrada, a quien se atribuye la jefatura del mercado en Choya y Catamarca.
Más allá de la mera percepción del anciano, una sumatoria de movimientos parecen darle la razón: los sujetos prontuariados volvieron a mostrarse en los campeonatos de fútbol, en las carreras de caballos y hasta en los bailes zonales.
EL LIBERAL ayer recorrió la ciudad, media docena de campos privados, en el sudeste de Frías, entre la zona de Sobremonte y Santa Cruz (Choya) considerados epicentro de las pistas clandestinas y habituales escenarios en que son avistadas naves y personajes bien vestidos y en 4 x 4.
Así como las avionetas alteraron al hombre común, habrían provocado el interés de los investigadores: en especial, de los gendarmes y muchos ya trabajan en silencio.
Veamos, el resurgir de las naves fantasmas conlleva una serie de transformaciones: el entorno de los detenidos deslizó que en las últimas semanas fueron abiertas nuevas picadas, en alusión a limpiezas profundas de máquinas.
Dicho en perspectiva narco, picada es sinónimo de pista: en este lado del mapa, a cualquier experimentado piloto le basta la firmeza del terreno para aterrizar la nave.
“Con 80, ó 90 metros alcanza para maniobrar”, precisó un lugareño, acostumbrado al paso rasante de avionetas con “bombardeos” de paquetes misteriosos, mientras por tierra son seguidos por 4 x 4 oscuras.
No es todo. También fueron adquiridas en la zona cantidades importantes de combustible, una actividad más que evidente vinculada a la droga.
Tanto descolocó a la gente la vuelta de las naves, que en los programas radiales matutinos algunos vecinos habrían solicitado a las autoridades investigar.
“Hay avionetas que todas las mañanas nos despiertan. Tipo 7.30 a 8”, reveló el informante a EL LIBERAL. Su inquietud trasciende a la mera curiosidad.
Fuente: Diario El Liberal Santiago del Estero