La localidad de Casabindo fue el territorio de un pueblo
originario homónimo que pobló el sector central de
Para los investigadores, esta circunstancia dejó registros de los nombres de los pobladores
originarios de ese territorio desde 1557. Los archivos muestran que los
Casabindo carecían de apellidos y contaban exclusivamente con nombres, pero con
la evangelización, más de 100 años después de ese primer registro, los
indígenas pasaron a tener un nombre de origen español. Y los nombres masculinos
autóctonos de Casabindo fueron tomados como apellidos.
Científicos del Instituto de Biología de
Al respecto, la directora del Instituto, doctora en Ciencias
Naturales y miembro de
"Los apellidos nos
otorgan información indirecta de los modos de herencia, pero son fáciles de obtener,
baratos y están disponibles en innumerables bases de datos”, asegura la
investigadora del CONICET que, junto a su equipo, recurre los padrones
electorales como punto de partida de sus investigaciones.
Sin embargo, aclara que el método, que se utiliza para
investigar el flujo poblacional, permite cubrir poblaciones actuales grandes y
rastrear datos históricos.
En el caso estudiado de los Casabindo, el equipo liderado
por
Un dato curioso es que todos los nombres de mujeres indígenas se perdieron porque en el bautismo
los españoles ponían como apellido el nombre autóctono del padre. "Ese
mecanismo empieza a verse alrededor del 1680, donde empiezan a aparecer las
primeras mujeres con un apellidos que antes eran nombres exclusivos de los
varones”, aclara.
Fuente: Agencia CTyS