Robert dijo que el fenómeno climático produce un "aislamiento”, que es considerado un factor serio de riesgo para quienes pueden tener conductas suicidas.
La funcionaria dijo que cuando se produce el viento zonda, los pobladores se ven obligados a aislarse o a encerrarse en sus viviendas, lo genera un alto riesgo en aquellas personas factibles de tomar decisiones drásticas como la de quitarse la vida.
En esta parte del Oeste catamarqueño –explicó Robert- no existe prácticamente generación intermedia; por lo tanto los jóvenes sienten que los adultos no los comprenden, y los adultos piensan que la juventud está perdida. Esta desconexión, más el aislamiento provocado por el viento zonda, puede influir en jóvenes propensos al suicidio.
Justamente, Robert precisó que el sector de la población con más riesgo de adoptar estos comportamientos son los adolescentes.
"Hemos estado haciendo acciones de prevención y asistencia; y aún así ocurrieron casos. Esta problemática es multifacética, hay situaciones del contexto, de la realidad social que pueden fortalecer un factor de riesgo para que alguien tome una decisión tan drástica”, explicó.
"En esta zona, la población en riesgo son los adolescentes y estamos trabajando con ellos. Elegimos trabajar el derecho a la participación de los propios jóvenes, ya que con ello buscamos cohesión entre ellos, que se sientan protagonistas, y que sean capaces de decirnos ellos mismos lo que están necesitando”, sostuvo.
Concretamente en Palo Blanco, donde días atrás una parejita de adolescente decidió quitarse la vida, Robert dijo que influye mucho la globalización y el acceso a lo que esta ocurriendo en el mundo. "Por ejemplo, en Palo Blanco uno no tiene al alcance, todo eso que uno conoce a través de las cuestiones de la globalización. Es complicada la problemática”, justificó.