El responsable de una pequeña empresa que se dedica al
procesamiento de aceituna y posee su inmueble sobre calle Gordillo, a pasos del
barrio 12 de Julio, expresó que "nosotros somos los primeros perjudicados
de una problemática que lleva años sin una solución definitiva, afectando la
labor productiva que con tanto esmero hacemos”.
"Es verdad que hay derroche, que son pocos los que pagan el
agua, que no hay un verdadero control por parte del Estado, no obstante estoy
convencido que no podemos seguir así, con el agravante que cuando vamos a
tramitar un reclamo, a veces somos maltratados verbalmente", agregó.
Por otra parte, las mismas familias señalaron que la cañería
se rompe periódicamente y los arreglos, cuando se hacen, demoran mucho.
Adela, una jefa de hogar con cinco niños a cargo, resaltó
que "llevamos más de dos meses teniendo un pozo en medio de la calle que
filtra líquidos, con todo el peligro que eso representa, y a pesar de los
reclamos hechos a empleados de