Como cada año, gran cantidad de fieles y peregrinos se dio
cita para honrar al Santo Patrono, que este año recibió el tributo de los
sacerdotes de las parroquias pertenecientes al Decanato Oeste catamarqueño,
quienes concelebraron la misa presidida por el Pbro. Carlos Robledo, párroco
del Santuario de Nuestra Señora de Fátima.
En su homilía el Pbro. Víctor Hugo Vizcarra, párroco de
Belén, agradeció a la comunidad de Fiambalá y a los peregrinos que llegaron
desde el sur del país "el testimonio de fe que nos une como hijos de Dios, esto
es un signo de Iglesia. Hoy nos convoca una fiesta que tiene el sentido de la
catolicidad, al celebrar a los apóstoles Pedro y Pablo, que la Iglesia toma
como pilares donde se asienta la familia de Dios”, dijo, agregando que "Pedro
compartió con Jesús, fue testigo de sus palabras y milagros; y Pablo también
fue elegido por el mismo Jesús y a ambos le cambió totalmente la vida”.
También hizo referencia al Santo Padre Francisco indicando
que "cuando hablamos de Pedro no podemos dejar de pensar en el Pedro que hoy guía
nuestra Iglesia, su sucesor, el Papa. Por eso esta fiesta tiene el sentido de
la unidad. El Papa es el Pedro de cada época, el que une y confirma en la fe a
sus hermanos en todo el mundo”.
Finalmente, animó a todos los presentes a sentirse llamados
por Jesús y a llevarlo a sus hogares. "También nosotros somos apóstoles de
Jesús y contamos con la gracia de Dios para misionar en nuestras realidades
para que el Evangelio se haga vida en nosotros”, expresó el P. Vizcarra.
Luego de la Santa Misa se realizó la tradicional procesión
con la imagen de San Pedro, que congregó a una multitud de fieles en el Año
Diocesano de los Laicos, que vive la Iglesia de Catamarca. Miles de fieles y
peregrinos arribaron desde distintas localidades y puntos de país para compartir
la gran fiesta de San Pedro.