Se dijo y se anunció de manera rimbombante que la iglesia de
Andalgalá, que honra el patronazgo de San Francisco de Asís, abandonada y cada
día más destruida, desde febrero de 2011, sería restaurada a partir del 1 de
septiembre, fecha que se ha agotado, y todo está como entonces, a pesar de que
la obra está adjudicada, los fondos ya determinados y la promesa de crear fuentes de empleo
genuino, se instaló en la masa de desocupados, casi todos sumidos en la indignidad de las infames becas de Páez.
Para colmo de males, la gente está desorientada porque
además, no tiene a quién reclamar el cumplimiento de la promesa, y aprovecha la
predisposición de algunos medios para manifestar su tristeza enojo creciente, destinado a actores
desconocidos.