miércoles, 1 de junio de 2016
12:08
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Como el año pasado, la intención es que ese día, a las
13.00, cada persona se detenga un momento, durante un minuto, rezando según su
propia tradición. Se podrá hacerlo solos o en grupo, en los hogares o lugares
de trabajo o estudio, o compartiendo una celebración en el templo, en este año
con una intención especial por los refugiados y perseguidos que sufren las
consecuencias de la violencia.
De esta manera se ofrece a todos esta oportunidad, este
gesto, para animar la oración permanente y el compromiso con la Paz y la
Misericordia.
Se invita a párrocos, directores de colegios y dirigentes de
instituciones y movimientos y a todas personas de buena voluntad a sumarse a
esta iniciativa.