Todo comenzó con una denuncia realizada por el concejal Carlos Alvarez en la Unidad Judicial N°7, quien a causa de comentarios de vecinos, sospechaba que los menores eran sometidos a tratos violentos en el hogar.
Una vez radicada la denuncia, el fiscal interviniente, Mauricio Navarro Foressi, ordenó inspeccionar la humilde vivienda construida con palos y nylon, donde vivía la familia compuesta por los tres menores y sus jóvenes padres.
La sorpresa fue cuando el personal de la fiscalía llegó al lugar y se encontró con un panorama de absoluta tristeza: los niños lloraban porque tenían frío y hambre.
De inmediato se ordenó que fueran asistidos por profesionales médicos, quienes descartaron que tengan signos de violencia en su cuerpo. Todos tenían problemas de peso, y el bebé atravesaba un cuadro de neumonía a causa del frío.
Tras este diagnóstico, el fiscal ordenó la intervención urgente de las áreas del Estado encargadas de la asistencia social, con el propósito de que la familia reciba la contención y la ayuda necesaria para resguardar la salud e integridad de los niños.