En esa recorrida se notó un templo mucho mejor de lo que lo
imaginamos. A casi dos meses de aquella visita es oportuno de hacer algunas
consideraciones.
Tal vez la más importante es que el templo ya está cimentado
o "cosido", obra que financiada por la Nación, se ejecutó a través de
la provincia, ya está concluida. Resta una etapa de "vestirla" que
consiste en detalles de algún sector menor del piso que le falta uno que otro
mosaico y una rasgadura no muy significativa en otro sector del piso también.
En paredes están bien y se requiere pintura por los desagües
que en días de lluvia mancharon algunos sectores. En cuanto al techo son pocos
los cuadrados de cielorraso que están rotos.
Según lo que se informó, los fondos para ese trabajo
estarían incluidos en el presupuesto 2018. El ministro Dusso fue sincero en
informar que las prioridades en cuanto a mejoras de templos las marca el
Obispo. Que la planimetría de los trabajos para esta segunda parte está
concluida y se informa a los vecinos o a la Comisión Parroquial que el
templo puede visitarlo cuando deseen.
El estado de la Iglesia sin ser utilizada no es para nada
beneficiosa para los bancos, y elementos que se usan para preservar las
imágenes, cortinas, elementos de ornamentación para los rituales, en general,
todo lo del templo sufre un deterioro por el polvillo que dejó la albañilería
de la construcción y agrava el estado de éstos la muy dañina permanencia de
muchas palomas que dejan sus excrementos en este histórico mobiliario.
¿Qué se puede hacer mientras tanto esto se concluye?
Las palomas deberían ser erradicadas totalmente del templo
porque se transformaron en una plaga urbana. Se debería atraparlas con
tramperas y radicarlas en palomares donde se las puede controlar con
anticonceptivos en el alimento.
Para ello se podría pedir que la Municipalidad aporte el
veterinario que se aboque a este tratamiento. La paloma no sólo produce
estragos en la agricultura, sino también daños en los edificios, esculturas,
monumentos, fuentes, plazas y parques.
La materia orgánica de sus desechos es altamente corrosiva
por el ácido úrico, lo que actúa produciendo perjuicios estructurales y
oxidaciones. Además, sus heces obstruyen canaletas, desagües y contaminan los
tanques de agua, también pueden transmitir enfermedades como la histoplasmosis
pulmonar, la criptococosis, salmonelosis y la psitacosis, que se trasmiten por
contacto directo, o al secarse las heces y ser transportadas por el aire, la
gente puede inhalar un polvo microscópico que es suficiente para provocar
trastornos y producir el contagio.
Con respecto al cercado perimetral que tiene hoy una estructura rígida puesta por la
empresa que realizó la primera etapa, originariamente se puso para que las
vibraciones de vehículos no dañen la inclinación de la fachada, pero hoy esa
situación está superada, tampoco hay empleados que manejen herramientas.
Sólo sirve hoy como un obstáculo a peatones y un estado de
peremne mugre, absolutamente antiestético.