Científicos argentinos hallan nuevas pistas vinculadas a la cancrosis de los cítricos

Los científicos del Laboratorio de Interacciones Plantas-Microorganismos del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR, CONICET-UNR) hallaron nuevas pistas en los mecanismos de las interacciones planta-patógeno.
jueves, 28 de mayo de 2015 08:54
jueves, 28 de mayo de 2015 08:54

La enfermedad es popularmente conocida como cancrosis de los cítricos, y es causada por una bacteria llamada Xanthomonas citri subsp, uno de los mayores problemas fitosanitarios que tienen los citricultores argentinos.

Todos los cítricos (limones, naranjas, mandarinas, pomelos, etc.) son afectados ya que hasta el momento no existen plantas que resistan la enfermedad. Investigadores del Conicet junto con los Institutos Max Planck (Alemania) y KAUST (Arabia Saudita) publicaron en la revista Journal of Experimental Botany un trabajo en el que se descubrió un nuevo mecanismo que utiliza la bacteria (Citri) para sobrevivir sobre la superficie de la hoja.

Al parecer la enfermedad se da a partir de que la bacteria ingresa a las plantas a través de pequeños poros que tienen las hojas. Cuando la bacteria ingresa, se multiplica en el espacio intercelular del tejido y provoca el color marrón, "cancro”.

A su vez, el viento o la lluvia traslada la bacteria, lo que continúa con la infección y contagia a toda la planta. Si la infección es mucha, la bacteria es capaz de reducir la capacidad de producir frutos, porque debilita enormemente a la planta. Si bien el sabor no es afectado, el fruto se pudre más rápido. Además, la fruta está habilitada para comercializarla en el mercado interno, pero limita las exportaciones para el mercado externo.

El estudio se centró en la adherencia de la bacteria a la planta —un momento fundamental para el desarrollo de la enfermedad— y en cómo logra asociarse con otras células para formar lo que ellos denominan la comunidad "biofilm”, de esta manera sobrevive mejor a las condiciones ambientales.

Los científicos lograron demostrar que el patógeno produce un azúcar (trealosa), una sustancia osmoprotectora para el desarrollo de la cancrosis de los críticos. También la trealosa modifica la fisiología del tejido vegetal: favorece el crecimiento del patógeno y asegura el desarrollo de la enfermedad.

De igual forma, las plantas cítricas son capaces de detectar la trealosa y defenderse del ataque del patógeno. Un hallazgo importantísimo, ya que si la molécula es capaz de defenderse de las plantas cítricas, se pensará en estrategias que utilicen este azúcar para controlar la cancrosis y otras enfermedades de los cítricos.