En un acto realizado en la sede de Abuelas, acompañado por
Estela de Carlotto y sus hermanos biológicos, Walter y Gisela, José Luis relató
su historia y su lucha para que la justicia reconozca su verdadera identidad.
Cuando Luisa dio a luz en marzo de 1977 en una clínica
privada, el bebé fue entregado al matrimonio conformado por José Ángel Segretín
y Cecilia Góngora, civiles vinculados a la Fuerza Aérea.
Los apropiadores lo inscribieron en el registro civil bajo
el nombre de José Luis Segretín con un acta de nacimiento fraguada, firmada por
la doctora Elsa Nasatsky de Martino.
Los padres biológicos de José Luis recuperaron su libertad,
están vivos, y se reencontraron con su hijo en 2009 mediante una intensa
búsqueda de su hermana Gladys, quien ya contaba con informaciones de una
vecina.
Fue así que llegó a comprobar que su posible hermano
concurría a la misma escuela que ella, pero cuando se acercó a hablarle recibió
el rechazo y las amenazas de Cecilia Góngora.
En 2008, José Luis sabía que no era hijo de la pareja
Segretín y tras escuchar en la radio un relato de Luisa, su verdadera madre,
tomó contacto con su familia biológica con la que viajó en
La semana pasada comenzó en Santa Fe el juicio por la
apropiación de José Luis, en el que están imputadas la apropiadora Cecilia
Góngora -su apropiador falleció- y la médica que atendió el parto, Elsa
Nasatsky de Martino.
También estaba acusado el jefe de la Base de la III Brigada
Aérea de Reconquista, Danilo Sambuelli, quien falleció en diciembre de 2014.
En búsqueda de su identidad real, José Luis se acercó el mes
pasado al Tribunal Oral de Santa Fe y dejó una carta para que el juicio contra
su apropiadora y la médica se realice lo antes posible: "Soy José Luis
Maulín, pero estoy obligado aún a nombrarme como José Luis Segretín",
señaló y añadió "la congoja y la desdicha de portar una identidad que no
me es propia y ser víctima de un delito que se cometió hace 38 años, pero que
se repite cada día" y que alcanza también a sus hijos de 12 y 16 años
quienes no pueden llevar el verdadero apellido de su padre.
El caso de José Luis no se registraba entre las denuncias de
niños desaparecidos en Abuelas de Plaza de Mayo. "Sin embargo, se trata de
otro caso de sustracción, ocultación y falsificación de identidad de un bebé en
el marco del terrorismo de Estado, como todos los de nuestros nietos y nietas
apropiados", indicaron las abuelas.
La demora de la justicia en reconocer la identidad de José
Luis, fue atribuida por Estela de Carlotto a que los apropiadores son civiles y
en ese sentido sostuvo que "se trata de una cuestión política e ideológica
que intenta tapar la complicidad civil con el terrorismo de Estado".
Las Abuelas, en una declaración "exigen a la Justicia
Federal de Santa Fe que le devuelva su verdadera filiación, que fue esclarecida
en 2009. José Luis, desde entonces, reclama por distintos medios recuperar su
verdadero apellido".
Fuente: Télam