Brasilia en llamas y Temer jaqueado pese a la represión militar

La policía reprimió la movilización de sindicatos que exigen la renuncia del presidente, envuelto en un escándalo de corrupción. Se desató un incendio en el ministerio de agricultura y debió ser evacuado
miércoles, 24 de mayo de 2017 00:00
miércoles, 24 de mayo de 2017 00:00

La policía reprimió la protesta que se desarrollaba frente al Congreso brasileño, convocada por sindicatos que exigen la renuncia del presidente Michel Temer, quien está en medio de un gravísimo escándalo de corrupción.

El origen de los desórdenes no está claro, pero las autoridades usaron gases lacrimógenos y la caballería para cargar contra miles de manifestantes, en momentos en que la protesta se adentraba en unos extensos jardines frente a la sede del Parlamento.

En medio del caos, el ministerio de agricultura debió ser evacuado por un incendio. Tampoco está claro el origen de las llamas, pero el fuego se propagó de tal manera que fue imposible contenerlo sin desalojar a todos los que allí se encontraban.

Miles de manifestantes marcharon este miércoles por el centro de Brasilia al grito de "Fuera Temer" y por la realización de elecciones "directas ya", mientras que estudiantes presentaron un pedido de impeachment, que es el 13º contra el presidente.

La Central Unica de los Trabajadores (CUT), el Partido de los Trabajadores (PT) y la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) estuvieron entre las organizaciones que marcharon hoy hasta el Congreso.

Hubo choques con la policía militarizada poco después de las 13:30, hora local (16:30 GMT), cuando las columnas marchaban por la avenida central, el Eje Monumental, que pasa por el Congreso y la presidencia, resguardada por un cordón de seguridad.

Según la policía militarizada, hubo 25.000 personas, mientras que los organizadores mencionaron la presencia de 100.000 inconformes.

Antes de la movilización, la UNE presentó el decimotercer pedido de impeachment junto a un petitorio de 200.000 firmas.

Está previsto que este jueves la Orden de Abogados de Brasil presente su pedido de impeachment, votado el fin de semana durante una reunión extraordinaria de esa entidad.

Unas 100.000 personas según los organizadores, 35.000 para la policía, marcharon hoy rumbo al Congreso Nacional, pero un grupo se enfrentó con los agentes al intentar llegar al edificio del Parlamento. La manifestación para pedir por elecciones directas y la renuncia de Temer estuvo dirigida por las centrales sindicales, pero grupos de black blocs (anticapitalistas) fueron hacia los ministerios.

Los empleados tuvieron que apelar a una alarma de incendio para salir en un plan de evacuación, por orden del gobierno nacional. Peleas cuerpo a cuerpo se veían en la Explanada de los ministerios entre la policía y los manifestantes, que usaron como barricadas los baños químicos.

Con Brasil en vilo por las imágenes, una de las más dramáticas de la reciente historia democrática iniciada en 1985, el Congreso reflejó el desorden externo: diputados oficialistas y opositores denunciándose, a los gritos, empujones, y una bandera con la inscripción "Fuera Temer".

Temer estaba en su despacho, en el tercer piso del Palacio del Planalto, viendo las imágenes de una jornada calificada como "una tarde de Venezuela en Brasil", como ilustró el senador Laseri Martins, un aliado del Partido Social Demócrata que dio "prácticamente por terminado" el gobierno.

La negociación ante una eventual caída de Temer incluye también otra por su sucesor: según la Carta Magna, el jefe de Diputados debe convocar después de vacío de poder a elecciones indirectas, vía parlamento, en 30 días, y no es necesario ser legislador para ser candidato a completar el mandato que termina el 31 de diciembre de 2018.

Temer perdió hoy a su cuarto asesor especial en la presidencia, Sandro Mabel, por cuestiones personales, pero luego de que ayer fuera detenido su colaborador Tadeu Filippelli, acusado de desviar dinero de la construcción del estadio de Brasilia, el Mané Garrincha. Precisamente en ese estadio terminó hoy la marcha que prendió fuego a Brasilia.