domingo, 13 de noviembre de 2011
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La víctima presentaba graves quemaduras en mas del 65 por ciento de su cuerpo, lo que hacia casi imposible su recuperación.
Este caso trajo a la memoria los recientes fallecimientos de 4 menores que estaban alojados en la alcaidía local y que se prendieron fuegos usando colchones y mantas ayudados por ineficientes medidas de seguridad del estado.
Muchos antes, durante la gestión de Arnoldo Castillo, también por las mismas causas perecieron 13 detenidos que se amotinaron y prendieron fuego colchones y colchas.
Otra vez, la tragedia de presos que toman drásticas desiciones dejan al descubierto la falta de seguridad en los servicios penitenciarios locales. La historia se repite a cada momento pero estamos empecinados en no aprender de los errores.