El barrio El Trapiche de la localidad de Godoy Cruz, provincia
de Mendoza, se vio conmovida este domingo cuando se conoció la noticia de un
triple crimen. El acusado de ser el autor de los femicidios, que además hirió a
su hija de siete meses, es Gonzalo Daniel Zalazar Quiroga, de 30 años, quien en
estos momentos se encuentra detenido.
Zalazar es oriundo de la provincia de Santa Cruz y tendría
vínculo familiar directo en Fiambalá, ya que la madre sería oriunda del barrio
Guanchín, detalle que no se puede proporcionar por motivos legales.
Zalazar Quiroga, se encontraba en pareja y tenía una hija
con Claudia Lorena Arias, una de sus víctimas. Luego de que lo arrestaron,
salió a la luz que el homicida no tenía antecedentes penales ni denuncias por
violencia de género. Trabajaba como instructor de artes marciales (Tae-Kwon-Do)
en el polideportivo del barrio La Estanzuela.
Las víctimas eran Claudia Lorena Arias, de 31 años, ex
pareja del hombre detenido; Marta Susana Ortiz, de 45 años, tía de Arias y la
abuela de ésta, Vicenta Díaz, de 90 años.
Además hirió gravemente a una bebé de 1o meses, es hija de
ambos, y otros dos menores involucrados que son hijos de Arias con una ex
pareja, del cual uno de ellos salvó su vida al introducirse en el baúl del
automóvil de su tía.
Dicen que Zalazar cursó la Primaria en la Escuela N° 55 de
Río Gallegos, donde fue víctima de bullying por un problema que manifestaba en
el habla. Ése fue uno de los motivos que llevaron a sus padres a anotarlo en
clases de Taekwondo.
"Daniel siempre tuvo problemas de abuso desde muy
chico. Era impulsivo y temperamental. Aún recuerdo el día que le rompieron el
tabique nasal en una pelea en el boliche "El Divino". Lo cargaban; le
decían tartamudo", describió una persona que lo conoció de cerca.
De joven vivió en el barrio 207, sobre la avenida Perón.
Años más tarde viajó al norte a estudiar Medicina. No obstante sus amigos de la
infancia de vez en cuando lo veían en Santa Cruz, hacia donde Zalazar viajaba a
menudo a visitar a su padre. Su mamá, divorciada hace más de una década, también
había dejado el sur.
El ministro de Seguridad de Mendoza, Gianni Venier, se
refirió a Salazar como un "psicópata que no puede alegar ninguna situación
violenta".
El triple femicida se dirigió al Hospital Central de Mendoza
a curarse una herida en un brazo y puso como excusa que había sido asaltado,
pero quedó detenido.
Quien se encuentra a cargo de la investigación es el fiscal
Santiago Garay, que planea indagar al detenido en las próximas horas en la
comisaría séptima. Además, reiteró, como los demás funcionarios, que Zalazar
dejó "la hornalla de gas abierta y una vela prendida".
Fuente: elabaucandigital.com