Como en la oportunidad del encuentro con el Papa Francisco,
los lideres de las tres principales facciones que animan la vida interna del
peronismo, volvieron a participar de una actividad conjunta el sábado pasado,
los actos conmemorativos por el aniversario del fallecimiento de Eva Duarte de
Perón, ocurrido en 1952.
Es una mala noticia para la oposición radical castillista y
brizuelista, que cabalgan y se dan aliento cada vez que representantes de estos
sectores peronistas aparecen por los medios peleándose o reprochándose
cuestiones menores; paralelamente, es buena noticia para el peronismo y hasta
para el catamarqueño común, que comprende y acepta que este cogobierno de
dirigentes corpaccistas, meristas y renovadores hizo m{as por la provincia en
estos tres años que el Frente Cívico en los 20 que le tocó manejar el Estado
provincial.
En el mismo acto y mesa del sábado, volvieron a aparecer
rumores de avance en las conversaciones que apuntan a llegar al 2015 con una
propuesta conjunta. Para eso operan razonamientos sensatos, a saber: que estos
sectores divididos pierden todo y que las bravuconadas de segundones que se
enojan porque no se les cumple con favores reclamados no conducen a nada.
Afuera del entendimiento parece quedarse solamente el
barrionuevismo, sector al cual el peronismo de calle le picó el boleto al
interpretar que la alianza con el castillismo pinta de cuerpo entero a un
dirigente como Luis Barrionuevo, que por alguna dolencia psicológica, prefirió
aliarse con quienes lo desprecian y rechazar a quienes lo aprecian. ¿Será?