Maniobras inconvenientes

Salvo por las folclóricas denuncias por dádivas, la campaña careció de la intensidad habitual. Se debe a que ninguno de los litigantes estima que el resultado de las elecciones vaya a ser determinante para nada de importancia.
domingo, 15 de octubre de 2017 16:56
domingo, 15 de octubre de 2017 16:56
El repaso de las consignas proselitistas ratifica tal impresión con monotonía más aburrida que chupar un clavo. Todas estriban en la necesidad de gestionar recursos nacionales. Para el Gobierno los que llegan son pocos, para el FCS/Cambiemos suficientes, pero esta diferencia es un matiz demasiado menor frente a la imposibilidad de intentar un destino provincial autónomo con un Gobierno divorciado de quien maneja la caja nacional, en este caso Mauricio Macri.

Tampoco parece razonable esperar quiebres significativos emergentes de los resultados. La oposición lleva en la cima de su propuesta al ex gobernador Eduardo Brizuela del Moral, candidato a la reelección como diputado nacional, y el oficialismo al ministro de Gobierno, Gustavo Saadi, hombre de la gobernadora Lucía Corpacci que cuenta con el apoyo sin retaceos del intendente de la Capital, Raúl Jalil. Vale decir: las posibilidades de que las urnas alumbren un fenómeno que rompa la inercia política local son excesivamente remotas.

Podría argüirse que tal es el sesgo característico de las elecciones de medio término, pero no hace falta ir muy lejos para encontrar ejemplos de comicios exclusivamente parlamentarios que precipitaron cambios profundos en Catamarca: los de 2001, cuando Luis Barrionuevo se consagró senador nacional por la minoría; los de 2005, cuando el kirchnerismo se impuso sobre FCS gobernante por entonces y la sigla del PJ quedó tercera.

Lo que ocurra de acá a 2019 tendrá poca relación con lo que canten las urnas dentro de una semana. El liderazgo de Corpacci no está en cuestión; las alternativas a Brizuela del Moral en el radicalismo son aún demasiado embrionarias y recién tendrán oportunidad de medirse nuevamente en las internas de la UCR del año próximo.

En este marco de tan gris previsibilidad, con las buenas relaciones con la Casa Rosada como objetivo tan invariable como el discurso de defender unos intereses provinciales cuya definición se restringe al volumen de dinero que se obtenga del Tesoro nacional, el FCS/Cambiemos tiene serias dificultades para marcar diferencias de fondo con el Gobierno. Se esfuerza, no obstante.

Explora en la Legislatura dos temas para tratar de esmerilar a su oponente: el "Plan Tomate” del Ministerio de Producción y las tarifas que cobra por la energía la EC SAPEM.

La interpelación al ministro de Producción Raúl Chico sería la semana que viene. A las autoridades de la EC SAPEM y del Ente Regulador de Servicios Públicos, al que se le imputa connivencia con la firma, se las sometió a interrogatorio el martes.

Se verá lo que pasa con Chico. En lo que se refiere a la cuestión energética, la arremetida tuvo como efectos políticos más notorios los de ratificar que el incremento de las tarifas es consecuencia de una decisión del Gobierno nacional sobre la que la Provincia no tiene posibilidades de incidir, por un lado, y ahondar las diferencias en el FCS/Cambiemos entre radicales que podrían calificarse como "históricos” y "macristas” atentos a que la figura de su referente no sufra erosiones innecesarias, cuya manifestación pública se difiere por razones electorales.

Explicaciones

Lo que se conoce como "tarifazo” obedece a la reducción de los subsidios a la energía que el kirchnerismo llevó al paroxismo. En 2016, el pago de estos subsidios alcanzó el 3,25% del PBI nacional. La administración Macri se planteó como objetivo bajarlos al 1,3% este año, muy limitada, con una pobreza que alcanza al tercio de la población, para ajustar más en otros ámbitos.

El año pasado, el Gobierno nacional intentó una suba brutal de las tarifas, pero la fuerte reacción política lo hizo retroceder. Procedió a las audiencias públicas y se establecieron las subas con las formalidades del caso. La EC SAPEM no tuvo más remedio que aplicarlas, pues de lo contrario sus finanzas iban a colapsar. El ENRE avaló el aumento.

Sin el atenuante de los subsidios, el costo de la energía se tornó más gravoso para los usuarios. Como concesión a la misericordia, el golpe al bolsillo se relativizó con una "tarifa social” vinculada al consumo, disposición nacional que se superpone a la "tarifa social” local.

De los 95 mil usuarios residenciales de Catamarca, 17 mil se benefician con la tarifa social provincial, 42 mil de la tarifa social nacional y 11 mil de ambas.

La peripecia tarifaria fue explicada con lujo de detalles por los representantes de la EC SAPEM y el ENRE, frente a un auditorio del que formaron parte representantes de asociaciones de usuarios del interior provincial agobiados por la incidencia de las boletas en sus economías. La empresa y el organismo de control se comprometieron a revisar los casos individuales para determinar si hubo errores de facturación, pero remarcaron que nada pueden hacer si los consumos excedieron los mínimos cubiertos por las tarifas sociales.

Frente a los argumentos de la prestataria se alzaron las acusaciones del diputado radical Luis Lobo Vergara, quien asevera desde hace tiempo que el incremento catamarqueño es superior al habilitado por la Nación, con razonamientos que devienen incomprensibles de tan alambicados y, en consecuencia, tienen un efecto político en el mejor de los casos neutro si de posicionar al FCS/Cambiemos como adalid de la defensa de los usuarios se trata. Mejor parece irle en tal sentido al Gobierno, con la tarifa social propia.

Inconveniente

El macrismo paladar negro prefirió no hacer recriminaciones a lo que considera por varios motivos un movimiento inconveniente desde el punto de vista estratégico, aún en el caso de que Lobo Vergara tuviera razón.

La reconvención más importante es que introdujo en la agenda de campaña un elemento, el "tarifazo”, sobre el que las culpas de Macri no pueden negarse. Podrían atenuarse, sin embargo, pero cuando la gobernadora Corpacci consignó el contraste entre lo poco que abonan por la energía los consumidores de la Ciudad de Buenos Aires y lo mucho que desembolsan los de Catamarca, ningún opositor salió a señalarle que tal desequilibrio no proviene del "tarifazo” sino de la propia política de subsidios aplicada por el kirchnerismo al que la mandataria cada tanto reivindica, origen, en definitiva, del problema.

Además, le reprochan a Lobo Vergara, presidente de la UCR y de la comisión de Obras y Servicios Públicos de la Cámara baja, que haya avanzado en una maniobra que dejó en evidencia al Gobierno nacional llevado por sus rencores con el ENRE, en particular con el vocal Augusto César Acuña, correligionario suyo. La animadversión se hizo muy ostensible durante el interrogatorio.

También subrayan que cualquier objeción que pueda hacerse contra la gestión de la EC SAPEM se hace añicos contra la incontrastable superioridad que tiene respecto de la desplegada por la privada EDECAT a la que el FCS le concesionó el servicio e intervino en las postrimerías del gobierno de Brizuela del Moral.

Las inversiones en materia energética durante las últimas gestiones radicales fueron prácticamente nulas y llevaron al sistema al colapso. La memoria del subdesarrollo en usuarios sometidos a apagones permanentes y a la indiferencia de la firma es tan fuerte, que le alcanza a la EC SAPEM con mantener el sistema en funcionamiento y actuar con celeridad ante cada inconveniente para sortear airosa cualquier crítica.

Mientras el radicalismo catamarqueño intentaba revertir el resultado adverso del operativo que había montado, Saadi, el candidato a diputado nacional del Gobierno, difundía la foto de una reunión "muy productiva”, según dijo, que mantuvo en Buenos Aires con el ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio.

El encuentro ratificó que la arremetida contra la EC SAPEM, en esta instancia, había sido como orinar contra el viento.

De cualquier modo, no hay que atribuirle al incidente "tarifazo” alcances electorales que no tiene. Es dudoso que alguien haya cambiado sus preferencias de cara al domingo 22 a raíz de lo ocurrido esta semana en la Legislatura.

Como se ha dicho, son más bien pocos los cambios que cabe esperar de estos comicios concretos. Recién cuando el Gobierno nacional no precise mantener la disciplina electoral se verá si los cortocircuitos por ahora ocultos entre radicales y macristas tienen efecto residual.

Pensando en ese horizonte, algunos llevan la cuenta tanto de los yerros como de las defecciones.
 
Mirador Político - Diario El Ancasti.
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