“Es una jugada gris”, explicó Penel, y contó que Ángel Sanchez (el 2 de Horacio Elizondo, el jefe de los árbitros) le dio el visto bueno a su decisión de no cobrar penal para Boca en el descuento.
Y en ésta se le puede dar la derecha al juez: si la repe hay que verla mil veces para determinar si la pelota tocó o no el brazo de Verón, si es dificilísimo incluso observar cuadro por cuadro si hubo “mano”, imposible pedir y exigir que un árbitro vea falta en esa milésima de segundo. Y aun si su explicación fuera premeditada, está en lo cierto cuando habla de una jugada gris.
Si cobraba penal, la polémica hubiese sido similar porque en la repetición de la repetición de la repetición no se llega a observar con tanta claridad que la pelota haya pegado en el brazo peligrosamente extendido por el jugador de Independiente.
Y aun si se viera, se podría decir que fue penal, pero un penal que una terna puede llegar a no cobrar. Ni con el VAR se hubiese evitado la polémica...
Publicado en Olé.