El equipo catalán se trasladó en un vuelo chárter a la capital de las Islas Baleares, donde esta tarde jugará su primer partido tras 98 días de inactividad.
La vuelta a la actividad oficial tras más de tres meses de parate debido a la pandemia de coronavirus vino acompañada para Barcelona por la necesidad de emprender un viaje en avión. Lionel Messi y sus compañeros se trasladaron este sábado a la mañana a Palma de Mallorca, donde a las 17 visitarán a Mallorca por la 28ª fecha de la Liga.
La expedición catalana debió cumplir un estricto conjunto de pautas de seguridad desde su salida de la Ciudad Deportiva Joan Gamper. Tal como establece el protocolo sanitario, se trasladaron al aeropuerto de El Prat en dos ómnibus y no en uno, como de costumbre, para que todos los viajeros pudieran mantener entre sí la distancia de seguridad.
Los jugadores, los miembros del cuerpo técnico y el resto de los integrantes de la delegación fueron sometidos a test de covid-19 antes de emprender el viaje. Todos utilizaron guantes y barbijos, aunque por momentos se vio cierto relajamiento en el respeto de la distancia entre los futbolistas.
El vuelo chárter partió de El Prat a las 11.30 y llegó poco después del mediodía al aeropuerto Son Sant Joan de Palma de Mallorca. Desde allí, la comitiva, encabezada por el presidente del club, Josep María Bartomeu, e integrada por 50 personas, se trasladó en tres autobuses al Hotel Nixe Palace, donde esperarán el encuentro. Allí no hay otros huéspedes y no se permite que los simpatizantes se acerquen para intentar tomar contacto con los jugadores.
Hoy, el plantel llegará al estadio Son Moix una hora y 45 minutos antes del partido. Al arribar al estadio, a los jugadores se les tomará la temperatura y, ya en el vestuario, deberán respetar rigurosamente las pautas de seguridad, como el mantenimiento de la distancia de seguridad y el descarte en contenedores especiales de la indumentaria utilizada.