Uno de los líderes de la Primera Nacional y protagonista en gran parte del torneo, no está ajeno a la situación que viven la mayoría de los clubes de la segunda categoría del fútbol argentino.
A las discusiones públicas entre su presidente, Roberto Sagra, y los máximos dirigentes de la Asociación del Fútbol Argentino que podría terminar en una sanción para el mandamás del Santo y quizás para la institución, se suma el alejamiento de varios integrantes del equipo.
Es posible que, por sus declaraciones, el Tribunal de Disciplina de AFA le aplique a Roberto Sagra, presidente de San Martin(T), el inciso 1 del art. 247 del reglamento. Es amplio el margen en cuanto al tiempo de sanción, pero se especula que será de tres meses.
El arquero Ignacio Arce, el defensor Emiliano Amor, el mediocampista Mauro Bellone y el delantero Ramiro Costa le anunciaron al presidente Sagra que no seguirán en el club.
A las cuatro primeras bajas hoy se agregaron Luciano Pons, Pier Barrios, Germán Voboril y Sebastián Matos, quienes le comunicaron a la Comisión Directiva que no renovarán sus contratos luego del 30 de junio. Además, en esa fecha vencen los contrato de 11 futbolistas más.
El propio Sagra reconoció hoy en declaraciones a Jogo Bonito: «En junio se vencen 20 contratos y creo que no va a seguir ninguno de ellos. Los jugadores están cobrando el 70% de su contrato entre marzo y julio. Se bajaron el 30% y nos dieron más plazo para pagar. No tenemos recaudaciones que es nuestro principal ingreso. Hicimos aportes los dirigentes»
Con respecto a su lucha con la Asociación del Fútbol Argentino y el pedido de ascenso para San Martín expresó: «Hay mucha gente que me manifestó su apoyo y hay otros que siguen callados. Esto no es solamente culpa de Claudio Tapia y Pablo Toviggino, sino de dirigentes que dicen algo por abajo y después se quedan mudo. No tuve ningún contacto con los dirigentes de Atlanta. Si me comuniqué con otras personas por fuera del club que están interesados en que el club ascienda. Toviggino me denunció por calumnia e injuria. Yo use el chat de Whattssap en defensa mía porque la amenaza era por una quita de puntos. El chat que presenté en la carta marca la forma que ellos trabajan».