Así, las negociaciones que había en marcha para renovar su contrato, que vence a fin de junio, se convirtieron de pronto en un adiós. Y, de paso, entreabrieron la puerta para la posible asunción de un ídolo del club: Kily González, que lleva tiempo esperando su oportunidad, asoma como el candidato natural a reemplazarlo.
La estadística del ciclo Cocca, los números, no resaltan: 12 victorias, 11 empates y 10 derrotas. Los logros se concentraron en alivianar por momentos la angustia con la tabla de los promedios y el dolor, más allá del paladar futbolístico, resultó no clasificarse a ninguna de las copas internacionales de la próxima temporada. Económicamente, desde hace un largo tiempo, Rosario Central dilapidó una fortuna de unos 40 millones de dólares, producto de las ventas de aquel plantel que en 2015 diseñó Eduardo Coudet, en el que se destacan Lo Celso, Cervi, Pinola, Musto, Donatti, Larrondo, Montoya, Salazar. Solo queda Marco Ruben, capitán y emblema -se marchó una temporada a préstamo a Atlético Paranaense-, aunque el goleador debe renovar el contrato, que expira el 30 de junio.
Con la salida de Cocca, el club enseña cuáles serán los lineamientos: al recorte de presupuesto, el entrenador saliente al igual que el plantel aceptaron rebajarse los salarios durante la pandemia, obligará a rediseñar con menos recursos un proyecto futbolístico que hace varias temporadas es apenas una hoja que de tantas modificaciones asoma incongruente. Por esa razón el factor económico no fue la razón de la interrupción del vínculo, ya que Cocca había aceptado ajustar su nuevo contrato al estado de crisis: el dibujo del proyecto no lo convenció.
¿Qué desean el presidente Rodolfo Di Pollina, el vicepresidente Ricardo Carloni y el manager Raúl Gordillo, los hombres que manejan el fútbol profesional? Anulados los descensos, una cuestión que imponía nerviosismo en los canallas, y sin dinero en la tesorería para renovar el plantel o inyectar jugadores de jerarquía, promover a los juveniles es la receta para afrontar la crisis y capitalizar al club. Durante su gestión, Cocca optó por futbolistas de recorrido y apenas consideró un espacio limitado para los juveniles.
El nuevo mapa de Rosario Central le abre el camino al Kily González, que trabaja con el plantel de Reserva y que se ilusionó con ser el director técnico cuando el club despidió a Edgardo Bauza, el prócer canalla que volvió al club para ser campeón y logró el objetivo con la Copa Argentina 2018. El Kily no necesitará conocer la idiosincrasia del club ni a los futbolistas que podría promover al plantel profesional, mientras que la vacante en la Reserva podría tomarla la fórmula Mauro Cetto-José Di Leo.
La despedida de Diego Cocca@Diegococca1
Gracias a toda la gente de Central por el apoyo y la confianza que me brindo en esta etapa.. Exitos!