El pasado fin de semana, el mundo del deporte se vio sorprendido por la inesperada derrota de Connor McGregor en su regreso a la UFC. El irlandés, por primera vez en su carrera en las Artes Marciales Mixtas (MMA), fue noqueado por Dustin Poirier. El veterano luchador de la UFC se cobraba así su venganza, después de que en 2014 fuese él quien perdió por nocaut ante McGregor.
Había mucha expectación ante la pelea, que suponía el regreso al octágono de Connor McGregor un año después. En aquella ocasión, pese a que el irlandés también llevaba varios meses inactivo, se impuso a Donald Cerrone por nocaut técnico a los 40 segundos del inicio del primer asalto. Ante Poirier se esperaba un desenlace similar, pero el estadounidense rompió todos los pronósticos. Aun así, pese a la derrota, McGregor ha conseguido embolsarse un monto en ganancias más que considerable.
La Ultimate Fighting Championship (UFC) es una de las empresas deportivas más lucrativas del mundo. Además de las ganancias obtenidas por la compra de boletos, los derechos de retransmisión y el pago por el visionado de las peleas (PPV), la UFC cuenta con múltiples contratos promocionales y se ha asociado en varias ocasiones con grandes compañías como PokerStars o la desarrolladora de videojuegos Electronic Arts, entre otras. Y si hay un “niño bonito” en la UFC hoy día, ese es Connor McGregor.
El irlandés es una máquina de hacer dinero para la UFC y, por supuesto, para sí mismo. Por su pelea ante Dustin Poirier, McGregor recibirá 5 millones de dólares, además de unos 20 millones gracias a su participación en las ganancias por PPV de la pelea. Poirier “solo” recibirá un millón, más una pequeña aportación del PPV, lo que supone para él el mayor pago por una pelea de su carrera.
La pelea ante Poirier se celebró en el Etihad Arena de Yas Island en Abu Dhabi ante unas 2,000 personas que pagaron un boleto de entre $215 y $1,350. La retransmisión se realizó en exclusiva por el canal ESPN+ con un costo de $69.99 para clientes existentes, y de $89.99 para nuevos usuarios.
La UFC no ha hecho públicas las cifras definitivas del PPV de la pelea UFC 257, pero su director, Dana White, esperaba superar los 1.5 millones de espectadores, y ya lo ha confirmado como el segundo combate más visto de la historia de la UFC. El primero en la lista sigue siendo la UFC 229 de 2018 entre el propio McGregor y Khabib Nurmagomedov, una pelea que siguieron unos 2.4 millones de personas. Muchos de esos espectadores se sintieron decepcionados por McGregor también en esa ocasión, ya que el irlandés no fue rival para el ruso y cayó por sumisión en el cuarto asalto.
Sin embargo, pese a las decepciones, Connor McGregor sigue siendo considerado uno de los mejores luchadores de la historia de la UFC. Fue el primero en conseguir el título en dos divisiones distintas, peso pluma y ligero, y tiene el récord de haber conseguido uno de estos cinturones de campeón, el pluma, en tan solo 13 segundos.
McGregor es el luchador de la UFC que más dinero ha ganado en la historia, por delante de otros grandes nombres como Alistair Overeem, Nurmagomedov o el legendario Anderson Silva. Pese a haber luchado en una única ocasión durante el año, McGregor logró entrar en la lista Forbes de los deportistas mejor pagados de 2020. Situado en el puesto 16 del ranking, es el único luchador de la UFC en formar parte de este selecto grupo de 100 atletas. Por primera vez desde que se elabora esta lista, es un tenista, Roger Federer, quien se sitúa en la primera posición; Lionel Messi se mantiene en los primeros puestos, y se coloca tercero, por detrás del portugués Cristiano Ronaldo.
Este 2021 empieza muy bien en lo económico para Connor McGregor, aunque todas estas cifras palidecen si las comparamos con las del boxeo. En agosto de 2017, el irlandés debutó en el mundo del boxeo enfrentándose a Floyd Mayweather en una pelea que vieron 4.3 millones de espectadores en PPV solo en Norteamérica, convirtiéndola en la segunda más vista de la historia solo superada por la de Mayweather frente a Manny Pacquiao en 2015. Se estima que el combate de boxeo entre McGregor y Mayweather, en el que el irlandés perdió por nocaut técnico en el décimo asalto, generó unos 500 millones de dólares. Se estima que McGregor ganó unos 130 millones, mientras que la cifra de las ganancias de Mayweather ronda los 280 millones de dólares.