En Argentina, un kilo de salame es más caro que un "kilo de Hilux"

Lo últimos datos del Indec mostraron que los alimentos no paran de subir, a pesar de los controles de precios impuestos por el Gobierno. Jamón, hamburguesas congeladas y queso sardo superan los 600 pesos el kilo.
viernes, 16 de octubre de 2020 08:21
viernes, 16 de octubre de 2020 08:21

Los precios de los alimentos no paran de subir en Argentina, donde las estadísticas oficiales registraron un alza de 3% en promedio durante septiembre, aunque en algunos rubros los valores subieron mucho más.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) registró una inflación de 2,8% en el noveno mes de 2020, la más alta en seis meses y el segundo peor registro del año luego del 3,3% de marzo de 2020.

"La inflación de bienes, mayormente transables, siguió acelerándose hasta 3,6%, mucho más que la devaluación del oficial y es su mayor nivel desde noviembre del año pasado. La inflación de servicios, no transables y mucho más afectada por las restricciones del aislamiento, sigue siendo muy baja, del orden del 1,9%", explicó Francisco Mattig, de Consultatio Plus.

De acuerdo con el relevamiento oficial, las divisiones Prendas de vestir y calzado (5,8%) y Bebidas alcohólicas y tabaco (4,3%) fueron las que mostraron las mayores subas tanto a nivel nacional como en la mayoría de las regiones.

En tanto, el sector Alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó 3,0% en septiembre y fue la de mayor incidencia en el Nivel general y en todas las regiones.

Se destacaron las subas en Frutas, Verduras, tubérculos y legumbres y Carnes y derivados, que fueron parcialmente compensadas con aumentos menores -e incluso algunas bajas- en Productos lácteos, Aceites, grasas y manteca, y Bebidas no alcohólicas. 

"Esperamos una aceleración de la inflación mensual en los próximos meses. La incertidumbre cambiaria reflejada en una brecha del 100% podrían anticipar correcciones (preventivas/ especulativas) de precios aun en un contexto de una demanda todavía muy débil. Además, el Gobierno empieza a autorizar ajustes sobre precios hasta ahora regulados como los considerados dentro de Precios Cuidados y combustibles", mencionó en un informe la consultora LCG.

LCG registró que, en las dos primeras semanas de octubre, el relevamiento de precios registra una inflación de alimentos acumulada de 2%. Contra las mismas semanas de septiembre equivale a una suba promedio del 3%.

La mayor presión en el precio de los alimentos quedó reflejada en el informe del Indec. Mientras en el año el nivel general de precios suma 22,3%, para el rubro alimenticio ese porcentaje se eleva a 26,5%, cifras que ascienden a 36,6% y 40,8%, respectivamente, al considerar la variación interanual.

Productos como el pan francés aumentaron 8,9% en septiembre, mientras las hamburguesas congeladas subieron 3,4%, el salame saltó más de 5%, el jamón cocido escaló 3,2% y el queso sardo volvió a encarecerse 0,4% en un mes.

La inflación anual e interanual de alimentos estuvo por debajo de rubros como Prendas de Vestir y Calzado o de Recreación y cultura, pero superó con amplitud a rubros como Transporte que incluye la adquisición de vehículos.

Comparaciones odiosas

Los precios de los alimentos subieron tanto que algunos alcanzan precios por kilo "más altos" que bienes industriales con alta tecnología como los automóviles.

Esta dinámica revive la vieja discusión que compara los precios de los bienes industriales con los de los de menor valor agregado o materias primas. La ya clásica discusión económica ilustrada en la comparación del kilo de Audi versus el kilo de carne. La discusión también de los términos del intercambio.

Por ejemplo, el precio de una de las camionetas más vendidas en el mercado argentino, la Toyota Hilux, asciende a unos 2,1 millones de pesos en una de sus versiones más accesibles. Representa un valor de $731,7 por kilo, al considerar un peso de 2.870 kilogramos para este vehículo. El kilo de salame, de acuerdo con los datos del Indec, lo supera ampliamente, al cotizar a $841. También el kilo de queso sardo que cotiza a 770 el kilo, de acuerdo al relevamiento del Indec.

La ecuación a favor de los alimentos se repite en otros de los vehículos más vendidos en el mercado. El Fiat Mobi, uno de los más accesibles, tiene un precio que ronda los 790.000 pesos, unos $596 pesos por kilo al considerar los 1.325 kilogramos de este auto. El kilo de jamón cocido vale 616 pesos, de acuerdo con el relevamiento del Indec.

Un tercer ejemplo puede verse con otro auto como el Nissan March, con un precio de $890.000 y un peso bruto de 1.047 kilogramos, "se vende" a $850 por kilo, por debajo de los $890 del precio de las hamburguesas congeladas.

Fuente: BAE Negocios

 

 

 

 

 

 

 

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