La producción automotriz sin duda alguna representa una de las actividades más golpeadas por el parate general a raíz de la pandemia. Más allá del leve rebote registrado en los últimos relevamientos, la caída de la actividad de este año alcanzará los niveles de 2003.
Las estadísticas alarmantes surgen de un estudio de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA), quien precisó que en 20 días hábiles de actividad en agosto se produjeron 25.835 unidades, un 16,2% menos que en el mismo período de 2019.
No obstante, la productividad de agosto a la vez marcó una suba del 21,2% respecto de julio de este año, lo que incrementa las expectativas de una continuidad de la tan ansiada reactivación.
El acumulado en lo que va del año alcanza las 133.590 unidades, un 37,5% menos que las 213.643 unidades fabricadas en el mismo período de 2019. Frente a este dato surge la estimación productiva de este año de unas 250.000 unidades, quedando por debajo de los 260.000 producidos en 2004 y por encima de los 169.000 unidades de 2003, en la salida de la crisis.
Respecto de la situación, el presidente de ADEFA, Daniel Herrero, expresó que “gradualmente vamos recuperando el ritmo de actividad y eso puede verse en las mejoras intermensuales que registraron las tres principales variables del sector a nivel industria durante agosto. Es un dato positivo y nos marca el rumbo de que tenemos que continuar trabajando en conjunto para el crecimiento sostenido del sector y retornar a los niveles pre-pandemia”.
Desde la entidad empresaria también señalaron que las terminales exportaron 41,6% más respecto a julio (13.606 unidades) y 27,8% por debajo de lo exportado en agosto de 2019 (18.856 unidades).
Por último, la entidad expresó que desde enero a agosto se exportó un 47,8% menos respecto de las 146.455 unidades enviadas en 2019.
