En pocos meses, fueron muchos los locales que cerraron sus puertas, especialmente aquellas que no tienen vinculación con servicios de primera necesidad como tiendas de ropa, librerías, kioscos, ventas de comida, artículos del hogar y verdulerías
Los magros salarios, la inflación y los costos de logística, hicieron que solamente en el centro de Andalgalá cerraron en los últimos meses, siete locales comerciales que tenían su punto de comercialización dentro del radio céntrico del departamento. Esto se profundiza aún más si el relevamiento se hace en los barrios donde prevalece la economía informal.
Las peluquerías es otra de las actividades fuertemente golpeadas. Aducen que, a diferencia de años anteriores, la caída fue del orden del 60%. En el caso de la venta de calzados, muchos optaron por segundas marcas para mantener cierto margen de ganancias.
La producción de verduras, volvieron a resurgir las ferias de pequeños productores en donde el sábado pasado ofrecían 4 kilos de tomates a $100, cuando en un local comercial se adquiere 2 kilos por $80.
Por el cierre de locales, la oferta es menor, el vecino, especialmente el jubilado es el que busca las ofertas a la hora de realizar una compra por lo más mínima que sea. Ante este panorama, desde los gobiernos municipal como provincial, no se trazaron hasta el momento acciones para contener al privado que es generador de fuentes de trabajo.
Fuente: FM La Perla