Según advirtieron, desde principio de año no pueden cobrar sus haberes de los cargos que cada uno desempeñan. Lo más agravante de la situación es que muchos de ellos, y por diversas razones, deben viajar diariamente desde Tinogasta y Fiambalá a las localidades del norte fiambalense asumiendo costos que tienen como base los $200 hasta aproximadamente $500 diarios.
En otros de los casos, deben contar con la misma suma de dinero para viajar en sus vehículos particulares. Sumado a ello, los gastos que ocasiona el mantenimiento de un hogar, con carga familiar, con familiares enfermos o discapacitados -en algunos casos-, en donde la inflación cada vez los afecta con mayor ímpetu y cada mes que se acercan a los cajeros sus cuentas siguen vacías o con enigmáticos descuentos como sucedió con los haberes correspondientes al mes de julio.
En dialogo con Multimedios Abaucán, algunos docentes expusieron que enviaron sus documentaciones y fueron devueltas por algún faltante de papeles. Luego, enviaron todo lo solicitado, y hasta el momento no tienen ninguna novedad de sus expedientes.
“Algunos tienen la suerte que algún familiar o conocido les siguen los expedientes, pero quienes no contamos con la misma suerte, a veces viajamos y nos encontramos con nuestra documentación ´encajonada´ y en el olvido de los administrativos que trabajan en esas áreas (…) Las horas, los días y los meses, nosotros ya lo trabajamos, por eso solicitamos a quienes tienen responsabilidad del manejo de nuestra documentación que por favor los agilicen, nosotros –como cualquier persona- necesita cobrar por nuestro trabajo, tenemos familias y muchos viajamos todos los días. La situación ya es insostenible, ahora tenemos que acudir a familiares y conocidos que nos presten dinero, pero todo tiene un límite y a nosotros nos da mucha vergüenza (Sic), ahora esperamos cobrar para pagar deudas y para colmo las cosas suben de precio todos los días, dejando muy abajo a los aumentos que nos dieron. La inflación supera al porcentaje que incrementan los sueldos. ´Pónganse la mano en el corazón señores del ministerio, no pedimos nada raro n i fuera de lo normal, solo que por favor nos paguen”, expresaron los educadores.
Como si esto fuera poco, a estos reclamos se suma el mal estado de las rutas que conducen a las localidades del norte fiambalense, las cuales –en algunos sectores- están en estado deplorable, situación que también perjudica a los docentes de aquellas lejanas poblaciones.
Fuente: El Abaucán Digital