Escrito de Padres Organizados:
Como padres y madres de niños y adolescentes, en conjunto con organismos conformados por profesionales de la salud, expresamos nuestra gran preocupación por el panorama educativo en nuestra provincia. Desde el 16 de abril, fecha en que se anunció la suspensión de la presencialidad, no se nos comunicó ninguna novedad con relación a la continuidad de estas medidas, de la vuelta a las aulas y la posibilidad de una reapertura gradual de las escuelas.
Creemos que la evidencia científica y las recomendaciones para dar continuidad a la presencialidad en la educación, brindada por entidades como OMS, Unicef o la Sociedad Argentina de Pediatría, tendrían que impulsarnos en este sentido. Debido a que tales organismos se pronunciaron sobre la necesidad de mantener las escuelas abiertas, no solo porque la población infanto - juvenil no constituye un factor mayor de riesgo sanitario; sino porque para nuestros niños y adolescentes, la educación es un derecho que no podemos cercenar. Ellos necesitan aprender, vincularse, vivenciar experiencias escolares, que solo son posibles en “la escuela”.
Sabemos que la situación sanitaria es globalmente crítica, pero aun en este contexto la educación constituye un derecho que no debiera ser sacrificado sino buscar los medios para salvaguardarla tanto como sea posible. Está comprobado que la decisión de mantenerla virtualmente no resultó un paliativo para gran parte de la población estudiantil, ya que no todos tienen las mismas condiciones de acceso a la virtualidad. Haber adherido equivocadamente a concepciones que atentan contra la salud de nuestros menores, sin indicadores claros que justifiquen este tipo de medidas, son el resultado del daño actual y futuro sobre ellos y sobre la sociedad.
La escuela educa, contiene, detecta, disciplina, limita, es mucho más que un lugar físico, representa la salida de lo endogámico, la conexión con los otros ampliando el universo cultural y donde puede interactuar con maestros y sus pares. De este modo vemos que su salud física y emocional se construye sobre estos pilares.
Por nuestros hijos, por nuestro futuro como sociedad, por los que no tienen voz, por los más vulnerables, como padres y madres, como profesionales de la salud de nuestra comunidad, pedimos se abran las puertas de las escuelas de Catamarca con protocolos de cuidados hacia todos los miembros de la comunidad educativa.
