El principal objetivo ambiental en la gestión de la
operación es preservar y mitigar los posibles impactos que puedan afectar los
recursos naturales y rehabilitar el entorno a las condiciones preexistentes
cuando sea viable. Estamos abocados al cuidado del medio ambiente y protegemos
con responsabilidad el entorno natural del yacimiento y de las comunidades
vecinas, donde vive la mayoría de los empleados con sus familias.
Considerando los principales riesgos ambientales de la actividad
minera, nos enfocamos en trabajar en el marco del desarrollo sostenible. Por
ello, buscamos un uso eficiente de los recursos naturales, rehabilitamos el
suelo, disminuimos los desechos, protegemos la biodiversidad.
Los permanentes controles externos por parte de entes
reguladores y la autoridad de aplicación garantizan la transparencia de nuestra
gestión, que es llevada adelante mediante procesos planificados y
procedimientos estandarizados.
En función de trabajar en armonía con el ambiente, en Alumbrera
buscamos consolidar las iniciativas de protección y conservación in situ de los
hábitats que contienen la biodiversidad, al tiempo que fomentamos las acciones
encaminadas a rescatar y rehabilitar
ecosistemas. Nuestros esfuerzos están orientados hacia una política forestal
que prioriza el manejo sostenido de plantaciones y bosques nativos, sin
introducir especies exóticas.
Durante su proceso migratorio, las "Parinas Grandes”, de la
familia de los flamencos, descansan cada año en el dique de colas de Minera
Alumbrera.
Programas de conservación
Al programa de forestación con algarrobos que llevamos
adelante desde 2008 hemos sumado el Proyecto Jatropha para la producción de
biodiesel, una iniciativa para crear beneficios ambientales a través de su
cultivo. La iniciativa de este proyecto tiene como propósito el desarrollo
económico de las comunidades de Belén, Andalgalá y Santa María (zona de
influencia directa del yacimiento Bajo de la Alumbrera), a través de la
obtención de biocombustible.
El proyecto piloto para el desarrollo de cultivos
energéticos es innovador en la zona y se encuentra alineado con el desafío
mundial de producir energía limpia y amigable con el medio ambiente.
Esperamos alcanzar un área de cultivo inicial de 100
hectáreas para la producción de biodiesel (y briquetas de madera como
subproducto). Una etapa de implantación de 10 hectáreas comenzó en diciembre de
2011 en las localidades de Amanao y Malli (departamento Andalgalá) y prevé la
puesta en producción hasta alcanzar la superficie total esperada, año tras año.
Los terrenos son proporcionados por los productores locales con el requisito de
no estar ocupados por otros cultivos tradicionales. Por su bajo requerimiento
hídrico, puede ser implantada en terrenos marginales y no aptos para otros
cultivos.
El incremento en superficie de la producción de este cultivo
favorecerá la producción de energías alternativas. Se dieron cursos de
capacitación a los productores en Andalgalá y Belén, y está previsto continuar
en Santa María.
El fruto de la Jatropha es utilizado en la fabricación de
biocombustibles debido a que el 30% del peso total de la semilla es aceite. La
vida útil de la planta puede llegar hasta 50 años.
El productor Pedro Andrada cuenta con dos hectáreas del
cultivo bioenergético de Jatropha en La Puntilla, Belén.
Uso del agua
Aseguramos la confiabilidad de las herramientas de gestión
utilizadas para el uso racional y la conservación del agua, controlando la
interacción de los procesos productivos con los acuíferos regionales, vigilando
y midiendo nuestros consumos y comparándolos con nuestros objetivos. Trabajamos
en la minimización del impacto por el uso de este recurso y nos focalizamos en
optimizar año tras año el uso de agua reciclada. Un 75% del agua utilizada es
reciclada y 25% agua fresca.
El reciclado de agua en el dique de colas constituye un
modelo de la economía del recurso y se lleva a cabo mediante un sistema de
captación al pie del murallón del dique que recupera el agua y la conduce
nuevamente a la planta concentradora. Uno de los objetivos fundamentales del
sistema es garantizar que las aguas del proceso sean recuperadas en su
totalidad, no saliendo del límite de la concesión, asegurándonos de que
mantenemos inalterada la calidad de las aguas naturales de la zona.
La autoridad de aplicación provincial vigila el cumplimiento
de los consumos permitidos del agua subterránea y de las normas vigentes en
cuanto a calidad.
Uso de energías
alternativas
Entre las iniciativas basadas en el uso de energías
renovables para reducir el consumo de energía térmica, desde 2010 venimos
avanzando en un proyecto de aprovechamiento de la energía solar. Comenzamos a
medir la captación de energía en Campo del Arenal, cuenca de donde se extrae el
agua que se utiliza en el proceso. Posteriormente, se cuantificaron las
necesidades domésticas de energía de las comunidades de los alrededores del
yacimiento.
Se creó una planta piloto en la mina -homóloga a la que se
podría instalar en las comunidades cercanas- para reemplazar la generación de
energía con combustibles líquidos, debido a que los generadores donados
necesitan de la provisión constante de combustible, mientras que las plantas
solares tendrían un mantenimiento anual. La planta genera 3 KW y emplea celdas
de alta concentración, diferentes a los paneles solares tradicionales.
Residuos
Otro de los temas de gran relevancia en nuestra agenda es la
mejora continua en el manejo controlado de los residuos que generamos. Los
residuos peligrosos -aceites, grasas, trapos con hidrocarburos- son acopiados
en el sitio de mina para su posterior transporte y disposición final con
empresas autorizadas.
En lo que se refiere a residuos domésticos continuamos con
la clasificación y segregación de los residuos en el lugar de trabajo y con los
programas de reciclado de materiales. Orientamos la recolección diferenciada de
cartón y plástico a obtener recursos económicos para apoyar el desarrollo
integral de la Fundación del Hospital Garrahan y al Pequeño Cottolengo Don
Orione de Tucumán, contribuyendo también a la protección del medio ambiente. En
2013 recolectamos 84,6 toneladas de este tipo de materiales.
Así, contribuimos a preservar el medio ambiente, ya que con
cada tonelada de papel o cartón reciclado se salvan 17 árboles medianos, que
demoran entre 10 y 20 años en crecer. Además, reciclando papel se ahorra 70% de
agua y 45% de la energía que se utiliza para su fabricación.
Asimismo, enviamos 1.404 toneladas de chatarra para
fundición. La disposición final de este material, luego de ser fundido, son
barras de aceros que son comercializadas nuevamente.
En cuanto a lo residuos electrónicos, En 2013 se enviaron a
disposición final 8,16 t de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos
(RAEE). Junto con las del año anterior suman 16,31 toneladas. Los RAEE
generados en Alumbrera se acopian de manera separada en el sitio de mina para
luego enviarlos a disposición final con un operador autorizado para su
tratamiento.