Del Suncho a la gloria

Mañana se cumple 134 años del fallecimiento del Padre Esquiú.
lunes, 9 de enero de 2017 15:23
lunes, 9 de enero de 2017 15:23
Recreo (C) - Por tal motivo mañana, martes 10 de enero, en la Capilla de El Suncho, lugar donde falleció nuestra Frayle Misionero Mamerto de la Ascención Esquiú y Medina, se lo recordará. 

A las 08.00 hs. se llevará a cabo la celebración de la Santa Misa y luego se realizará el tradicional acto cívico en el lugar.

También mañana, devotos del Padre Esquiú, desde las 06.00 hs. peregrinarán desde la Plaza de la localidad de Esquiú, hasta la Capilla de El Suncho.

En "El Pozo del Suncho entregó su alma al Señor"...

Había estado en La Rioja y volvía a su sede episcopal de Córdoba en no muy buen estado. Sin embargo estaba contento, en cada lugar que se detenía repartía rosarios, estampas y medallas, confirmaba y daba consejos, mientras por otra parte repartía todo lo que el gobernador le había regalado: comida, vajillas, toallas y cepillos. En su estadía en la Rioja había realizado múltiples actividades de su rango episcopal y había administrado los sacramentos a numerosas personas. El 8 de enero de 1883 emprendió viaje a Córdoba. Viajaba en galera, acompañado de su secretario. Al día siguiente su salud volvió a empeorar. Tenía mucha sed, se sentía indigestado y le pesaba la cabeza. Decía tener sueño y no poder dormir. No obstante, confirmó a numerosas personas en cuanto lugar se detenía la galera. En Medanitos hicieron un alto y no pudo comer. Un viajero le dio un remedio homeopático que le calmó la sed. A la noche le improvisaron una cama con un cuero en medio del campo y, con un techo de mantas le protegían del rocío. El martes 10 amaneció mejor. Desayunó, tomó el remedio del homeópata y continuaron el viaje. El malestar volvió en seguida y Esquiú sentía otra vez mucha sed. Llegaron a la Posta de Pozo del Suncho, en el departamento La Paz. El obispo desde su asiento impartió la bendición a los pobladores, pero no pudo bajar. Esquiú ya casi no hablaba y no podía casi moverse. Sufrió dos descomposturas y tuvo que ser llevado por varias personas hasta una cama donde se desvaneció. Se le practicaron diversas curaciones sin resultados. A las tres de la tarde murió.

Su cadáver fue trasladado en la misma mensajería hasta Recreo, donde unos kilómetros antes de llegar le esperaba el pueblo con faroles y antorchas para acompañar al obispo hasta la población, en un cortejo fúnebre al paso de la galera.

Fue recibido en la estación Avellaneda, unos 100 km antes de Córdoba, entre Deán Funes y Jesús María, por el clero de aquella provincia que le había procurado un lujoso féretro, pero Esquiú no cabía. Su cuerpo se había hinchado y ya comenzaba a descomponerse. Debió ser sepultado en una capilla cercana. Al día siguiente, por orden de las autoridades nacionales, su cuerpo fue retirado de ese lugar rumbo a la Ciudad de Córdoba, previa autopsia de sus entrañas pues se temía pudiera haber sido envenenado.

Mientras sus restos mortales descansan en la catedral de Córdoba, el corazón "incorrupto" del religioso fue depositado en el convento franciscano de Catamarca. Fue sustraído en dos oportunidades. La primera vez el día 30 de octubre de 1990.3 Ese mismo día, en horas de la tarde, se descubrió que el corazón de Esquiú había sido sustraído y una semana después, el 7 de noviembre, fue encontrado en el techo del convento. Hasta hoy, la Justicia desconoce quien lo sustrajo en aquella oportunidad. El segundo hurto fue realizado por un joven llamado Gemian Jasani el 22 de enero de 20084 y aún sigue sin encontrarse.

Fue declarado Siervo de Dios en 2005 y Venerable en 2006 y su causa de beatificación se encuentra iniciada.

Nota: Reze una Plegaria al Padre Esquiú y difunda la gracia recibida.
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