Las máquinas y vehículos afectados a la obra, de la que faltan concluir pocos kilometros, no pueden ingresar a la ruta debido al corte que llevan adelante los vecinos en reclamo de la provisión de agua potable. Los manifestantes amenazaron con continuar con el reclamo hasta que se solucione el problema y se quejan por la falta de respuestas desde la DASI, a cargo del Ministerio de Obras Públicas.
Para la empresa que realiza la obra esta situación retrasa enormemente el avance del último tramo y pone en peligro los plazos previstos para la conclusión. En este sentido, la preocupación es mayor dado que el lunes llegan auditores del Banco Mundial para certificar los trabajos y continuar con la financiación.
Desde la firma se ofrecieron a colaborar con caños y logística para remediar el suministro de agua pero todavía no establecieron contacto con las autoridades pertinentes.