El breve y sencillo acto estuvo a cargo del Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, quien pidió que “todos aquellos que lo van a contemplar sean dóciles al Espíritu Santo y sigan el ejemplo de la Santísima Virgen María como discípula y misionera”.
Sobre el sentido del manto, explicó que fue una iniciativa de la Pastoral de la Niñez, “en este afán que están poniendo para que protejamos a nuestros niños, y que tanto necesitamos la protección de la Virgen, han ideado este símbolo del manto, que querríamos que todos los hogares de los catamarqueños lo pusieran para las fiestas de la Virgen, durante todo el septenario en abril y el novenario en noviembre y diciembre”. Y agregó que “si lo tenemos, va a ser un distintivo para todo, y que cada peregrino venido de afuera vea que estamos todos engalanados y compenetrados con estas fiestas en honor a Nuestra Madre”.
También dijo que el manto bendecido en esta oportunidad es un regalo de la Pastoral de la Niñez, entregado el día de la Misa de homenaje de los niños durante la novena. “Ahora ya está entronizado en la Curia Episcopal, y que esto sea el anticipo y la motivación para todos”, manifestó.
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