La Eucaristía se llevó a cabo en la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle y fue concelebrada por el Responsable de la Pastoral de las Vocaciones, Pbro. Julio Ávalos; el Pbro. Santiago Granillo, párroco del Espíritu Santo, a cuya jurisdicción pertenece el joven seminarista; entre otros sacerdotes del clero catamarqueño y de la Arquidiócesis de Tucumán, formadores y compañeros de estudios de la vecina jurisdicción eclesiástica.
Este acontecimiento de gran alegría para la Iglesia de Catamarca congregó a gran cantidad de fieles de distintos puntos de Capital, quienes colmaron la Catedral Basílica.
Mons. Urbanc comenzó su homilía destacando que “hoy la Iglesia está gozosa, se alimenta de esperanza, porque nuestro hermano Javier Cisternas da un paso decidido ya que ha solicitado ser admitido entre los candidatos al sacerdocio”. Y agregó que “Él ya cumplió con el período formativo en el Seminario de Tucumán, ha recibido el Lectorado y el Acolitado, ahora tiene un año de pastoral, y después de haber rezado y pensado seriamente expresa su deseo de ser ordenado Diácono y Sacerdote”.
Luego agradeció a Javier y a su familia por su entrega y acompañamiento, como a todos los que estuvieron presentes en la celebración, especialmente a los sacerdotes y seminaristas llegados desde la provincia de Tucumán.
Luego de la homilía, se dio lectura al decreto por el cual se admite al joven seminarista como candidato al Diaconado y al Sacerdocio, detallando los estudios que culminó en el Seminario Arquidiocesano de Tucumán y su voluntad de acceder a tales ministerios.
Luego, el Pbro. Ávalos lo presentó al Obispo Diocesano, quien lo interrogó frente a la comunidad presente y pasó a ocupar un lugar en el Presbiterio acompañando la Liturgia de la Eucaristía.
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