El “oro azul”

Es más importante que el petróleo, pues si se agota no tiene sustituto y de ello depende la vida.
jueves, 14 de marzo de 2019 08:33
jueves, 14 de marzo de 2019 08:33

Se espera que para el año 2030 el 47% de la población mundial esté sufriendo la escasez de este líquido vital, lo que podría desencadenar una gran puja política por su control.

El llamado “oro azul” no es un recurso que abunde en nuestro planeta (nos referimos al agua dulce, es decir al agua que las personas podemos consumir), pues el 97% del agua existente en nuestro planeta se encuentra en los océanos y es salada, por lo tanto no es bebible (a menos que sea sometida a un costoso proceso de desalinización). Tan solo el 3% del agua de todo el planeta es aprovechable para el consumo.

¿Conocés el ciclo del agua?

Seguramente sí, pues desde que comenzamos la escuela nos lo enseñan.

Al agua la podemos encontrar en varios estados:

👉 Sólido

👉 Gaseoso

👉 Líquido

De estos estados, el líquido es el que más espacio ocupa en el planeta. Cuando el sol calienta el agua en estado líquido ésta se evapora pasando al estado gaseoso, que es lo que percibimos como humedad. Cuando encuentra las condiciones necesarias, este vapor se condensa generando nubes, volviendo así al estado líquido o al sólido, dependiendo de la temperatura a la que se encuentre. Las nubes producen precipitaciones, que pueden estar tanto en estado líquido como sólido (ej: granizo o nieve).

En resumidas cuentas, este es el ciclo del agua.

La importancia del agua dulce

En los continentes dependemos meramente del agua que precipita desde las nubes, pues es ella la que llena los lagos, ríos, arroyos, vertientes y acuíferos subterráneos. También es ella la que genera glaciares desde donde surge el agua líquida de deshielo en determinadas épocas y zonas.

Los ríos son una fuente esencial de agua, no solo para los humanos, sino también para la flora y la fauna nativa, pues ellos recolectan el agua de lluvia o de deshielo y la encausan por varios kilómetros dando vida a su paso.

En Catamarca tenemos un territorio vasto y muy rico en ambientes, pues la diversidad de climas existentes genera regiones muy variadas entre sí. Todos estos ambientes dependen del agua para mantener su equilibrio. Las montañas “recolectan” el agua de lluvia y de las nevadas, dando lugar a miles de cursos de agua, tanto transitorios como permanentes.

La mayoría de los ríos y arroyos de agua permanente se encuentran en las regiones Centro y Este de la provincia, donde las húmedas sierras se riegan con nuestro monzón de verano (esto sucede principalmente en la estación húmeda que tratamos en una publicación anterior).

¿Sabías que muchos de los ríos más importantes de la provincia llenan el embalse de Río Hondo?

Varios ríos de agua permanente que nacen en Catamarca abastecen a otras provincias, como Tucumán y Santiago del Estero. De hecho, el Río Dulce lleva el agua catamarqueña hasta la laguna Mar Chiquita, al norte de Córdoba.

Es sumamente importante que todos sepamos cuidar el agua de nuestra tierra tratándola como un verdadero oro azul. Que no sea una utopía pensar que hay que poner manos a la obra para lograr la protección de nuestros ríos (y los bosques que dependen de ellos).

¿Y si antes comenzamos con un mínimo aporte desde nuestro hogar utilizando sólo el agua que necesitamos verdaderamente?

Informe: Cazadores de Tormentas de Catamarca.

 

6
3
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Satisfacción
87%
Esperanza
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Bronca
12%
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0%
Incertidumbre
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Indiferencia

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