Joven catamarqueño será ordenado diácono

En el cierre de los ejercicios espirituales del clero catamarqueño, el viernes 14 de junio, a las 20, será ordenado diácono, el joven Javier Cisternas.
jueves, 13 de junio de 2019 13:13
jueves, 13 de junio de 2019 13:13

El joven pertenece a la parroquia del Espíritu Santo, con sede en el barrio Los Ceibos, zona norte de la ciudad capital.

La ceremonia se llevará a cabo en el Altar Mayor de la Catedral Basílica y Santuario de Nuestra Madre del Valle, será  presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por sacerdotes de nuestra diócesis.

Javier Cisternas tiene 28 años de edad y es oriundo de la ciudad capital. Realizó sus estudios, que concluyó el año pasado, en el Seminario Mayor Nuestra Señora de la Merced y San José, de la Arquidiócesis de Tucumán. Actualmente colabora con la labor pastoral en la parroquia de San Jorge, en el sur de la ciudad capital

Toda la comunidad está invitada a participar de este acontecimiento y elevar oraciones por Javier Cisternas, quien dará el paso previo hacia la consagración total a Dios y al servicio de la Iglesia.

El diácono

Un diácono (del griego διακονος, diakonos, “servidor”, vía latín diaconus) es un hombre que recibió el primer grado del sacramento del Orden Sagrado por la imposición de las manos del obispo.

Según el Catecismo de la Iglesia Católica, los diáconos no son sacerdotes, a pesar de sí pertenecer al orden sagrado.

Los primeros diáconos fueron ordenados por los Apóstoles: Hechos 6, 1-6, y fueron 7, el más destacado de ellos fue el protomártir San Esteban.

Funciones del diácono

El diácono proclama el Evangelio y asiste en el Altar, administra los sacramentos del bautismo, del matrimonio y bendice, lleva el Viático a los enfermos (no pueden administrar la Unción de los Enfermos, antes llamada Extremaunción). Además, pueden dirigir la administración de alguna parroquia, se le puede designar una Diaconía y otros servicios según la necesidad de la Diócesis. Todo lo relacionado con la misericordia y caridad, además de animar a las comunidades que se le responsabilicen.

Vestiduras propias del diácono

Las vestiduras propias del diácono son la estola puesta al modo diaconal, es decir, cruzada en el cuerpo desde el hombro izquierdo y unida en el lado derecho, a la altura de la cintura y sobre ésta la dalmática, vestidura cerrada con amplias mangas, utilizada sobre todo en las grandes celebraciones y solemnidades.

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