Murió “Colacho” Brizuela, “el” guitarrista de Mercedes Sosa

El eximio guitarrista riojano Nicolás “Colacho” Brizuela, muy conocido de los folcloristas y tangueros catamarqueños, además de uno de los más representativos guitarristas de Mercedes Sosa, falleció en un sanatorio porteño a los 70 años.
domingo, 29 de marzo de 2020 11:30
domingo, 29 de marzo de 2020 11:30

El músico se encontraba internado desde febrero en el Sanatorio Güemes a causa de un cáncer de riñón, informaron allegados a Brizuela.

Fueron varios los guitarristas que acompañaron a Mercedes Sosa, pero probablemente haya sido “Colacho” con quien "La Negra" alcanzó la síntesis perfecta del folclore argentino retratado en una guitarra y una voz.

Y aunque la carrera de Brizuela, como la de muchos guitarristas acompañantes, quizás pasó un tanto inadvertida, su guitarra nos deja un canon estilístico dentro de la música popular argentina. Elegancia en el toque. Equilibrio entre la habilidad técnica que le dio tanta claridad a su sonido y la "gracia folclórica" por haber conocido desde adentro la música nativa. Originalidad en la armonización y los arreglos, austeridad en el uso de recursos y fuerte presencia sonora sin ser un músico expansivo.

Con todo eso “Colacho” construyó una manera de tocar y, sin duda, ahora deja una escuela guitarrística que, en realidad, se comenzó a vislumbrar hacía finales de la década del setenta, cuando comenzó a trabajar con Mercedes.

 

Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanqui fue el primer disco que grabó con la cantora, en 1977. Después de ese disco llegaron muchos otros registros en los que puso su guitarra al servicio de la voz de Mercedes Sosa, pero también en muchas giras alrededor del mundo.

Fue una gran comunión musical la que habían logrado. En octubre pasado, al cumplirse 10 años de la muerte de Mercedes, “Colacho” contó a la agencia Télam. "Para mí su muerte fue terrible. Porque viví más con ella [Mercedes Sosa] que con mis padres, mis hermanas o, incluso, mis hijas ¿Sabés lo lindo que es cuando puede darse un romance musical y de amistad como el que tuvimos?", explicó.

Aquel día también comentó: "La música de Mercedes, conceptualmente, se pensaba en función de su voz y de la guitarra. Todos los demás instrumentos, de algún modo, estaban a nuestro servicio. Por eso se conformó con nosotros una relación fraternal. La conocí muy chica y me sentía de su familia".

Claro que la vida de este riojano, nacido el 23 de diciembre de 1949, no transcurrió únicamente dentro del universo Mercedes Sosa. Sus comienzos con la guitarra fueron a los 8 años, junto a dos de sus hermanos, también guitarristas.

A finales de la década del sesenta se instaló en Buenos Aires y comenzó a trabajar con los artistas más variados, durante las siguientes cuatro décadas. El gran Alfredo Ábalos, Los Hermanos Albarracín (riojanos, con quienes llegó por primera vez al festival de Cosquín), Daniel Toro, Víctor Heredia, Horacio Guarany, Ginamaría Hidalgo, Teresa Parodi, Julia Zenko, Fito Páez, Ariel Ramírez, Dino Saluzzi, Los Fronterizos, Oscar Cardozo Ocampo y Carlos Franzetti, entre muchos otros.

Ya con el comienzo del nuevo siglo dejó la guitarra, por un rato, para indagar los recursos del stick; y dejó el folclore (también por un rato) para incursionar en la música e Bill Evans (fue para su disco Nos volveremos a ver" de 2010) y también para volver a un viejo amor, el tango. Tocó y grabó tangos "a la parrilla" con el bandoneonista Rodolfo Mederos.

En esos años “Colacho” decía: "Me he criado escuchando discos con bandoneón y guitarras. Ahí comienza el asunto, aunque no fue una referencia para armar esto. Tocamos como nos sale. En el caso de la guitarra, al ser un instrumento de mucha base armónica, para mí es como acompañar a un cantante."

El bandoneonista Osvaldo Mederos decía acerca de la manera de tocar de “Colacho”: "La guitarra de Nicolás no es un bastón sino un acompañamiento de lujo. Dice, contesta, soporta, contiene, rellena. Es una especie de sección rítmica y melódica impresionante. No hace falta nada más. Y no tiene que ver solamente con el virtuosismo, sino con su manera de pensar. Otra cosa fantástica de Nicolás es la economía musical. Dos músicos pueden pensar que para tocar algo son poca cosa. Entonces intentan llenar. Pero acá eso no funciona. A veces tocamos unas pocas notas y no hace falta más que eso. Es fantástico."

Tiempo después Brizuela también creó su propio cuarteto. "Contrariamente a lo que muchos piensan, las provincias son muy tangueras. En una fiesta donde haya una guitarra, siempre habrá un tango de por medio. En La Rioja era así, y se escuchaba a muchos artistas que iban desde acá.", contaba “Colacho”, en 2006, cuando publicó su disco Tango 12.

"Tengo un conocimiento del tango que viene de muchos años. Pasé por el grupo de Rubén Juárez. Tuve de compañeros a Raúl Garello y a Roberto Grela. Toqué con el Palermo Trío. Con ellos aprendí mucho tango. Y ahora estoy con un repertorio lindo y un cuarteto que armé con algunos de mis alumnos, un par de guitarristas maravillosos." decía entusiasmado.