Una gran cantidad de gente en silencio, en oración y bajo una profunda consternación, acompañó el cortejo fúnebre que recorrió parte del departamento Valle Viejo, hasta llegar a la necrópolis.
Previamente, los restos de Micaela fueron velados en una sala de la ciudad de San Isidro, detrás de la Plaza del Aborigen, donde una multitud de ciudadanos se acercó a despedir a la joven que fue brutalmente asesinada el fin de semana pasado.
Iván, hermano de Micaela y vocero de la familia, visiblemente agotado y abatido por los días previos, reclamó justicia, exigió que no haya impunidad para Vera ni para ningún femicida, y pidió apoyo a la comunidad para seguir reclamando y luchando por Micaela.
Asimismo, dio gracias por el acompañamiento y por las muestras de afecto recibidas por su familia, de tanta gente que solidarizó con tras el macabro y salvaje asesinato.