Catamarca sin coronavirus: la protección de la Virgen y el rápido accionar

Medidas acertadas y la ayuda de la Virgen del Valle, los puntos fundamentales del milagro catamarqueño.
jueves, 11 de junio de 2020 08:07
jueves, 11 de junio de 2020 08:07

"Catamarca siempre estuvo con una muy buena vigilancia. Cerraron rápidamente sus límites con las demás provincias, hicieron aislamiento y cumplieron con todo lo que había que hacer. Además, no tuvo el impacto de la llegada de ningún turista contagiado, como sí ocurrió en Tierra del Fuego o en Chaco. Yo creo que hay azar. Si hubiesen llegado dos personas positivas en marzo, antes de que se decretara la cuarentena obligatoria, posiblemente el escenario sería otro”, señaló a Crónica Tomás Orduna, infectólogo y asesor del presidente Alberto Fernández, quien señaló que “de igual forma hay que considerarla como un ejemplo”.

“Los argentinos debemos cuidarnos más que nunca. Tenemos que tratar de bajar de los mil casos por día y para eso es fundamental la concientización. Por lo cual no pueden ocurrir situaciones como las del lunes pasado, cuando miles de runners coparon las calles”, concluyó el profesional.

Pese a la explicación científica, el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, argumentó que la provincia está en cero casos de contagiados de coronavirus por diferentes factores, entre ellos la ayuda de la Virgen. “Hemos tomado decisiones anticipadas, como el uso obligatorio de barbijos y medidas de prevención. El trabajo en equipo con los intendentes ha sido fundamental, esperemos que la Virgencita nos siga ayudando y aquí no llegue”.

No obstante, aseguró que “no estamos exentos” del contagio. “Pasan los camioneros a La Rioja, vienen desde Ezeiza hacia Salta, y acá no llega ningún caso. Debe ser la Virgen del Valle que nos ayuda”, volvió a insistir el mandatario provincial. Al igual que Jalil, miles de fieles catamarqueños consideran que la fe es fundamental en estos tiempos para que la enfermedad no aparezca por su territorio.

Mary Córdoba, devota de la Virgen del Valle, contó a Crónica: “La morenita siempre nos protege y sé que hizo este milagro para cuidar a nuestro pueblo”. La mujer explicó que “acá los controles fueron muy estrictos por el coronavirus, pero la mano de la fe siempre ayuda”. Como un ritual, Mary le prende todos los días una vela a la Virgen y reza por la salud de los suyos y la de los catamarqueños.

“No falto nunca a la procesión. Siempre la tengo presente”, contó esta catamarqueña, de 80 años, que se sobrepuso a varios golpes de la vida, como la pérdida de su esposo y una de sus hijas. “Me aferro a la fe y la morenita me da fuerzas para seguir adelante. Por suerte acá todavía no hay casos y ya puedo abrazar a mis nietos”, finalizó.

"Se había cortado la cadena de pagos"

César Bursi tiene una empresa constructora en Catamarca y la pelea para salir adelante. “Nos estaba yendo muy bien durante los últimos diez años, pero cuando llegó la pandemia del coronavirus la situación se hizo mucho más compleja. Pasamos a una facturación cero con todas las obras que teníamos frenadas. Tratando de no dejar en banda a los obreros que entendieron rápidamente los problemas que teníamos y que se había cortado la cadena de pagos”, explica este empresario de la provincia que aún no tiene casos positivos de Covid-19.

En diálogo con Crónica, explica que “de a poco va volviendo todo a la normalidad. Las inmobiliarias ya empezaron a trabajar y se empieza a ver la salida del túnel. Otro es el caso de los comerciantes que están en una situación calamitosa, porque no se vende nada”. Casado y con tres hijos, el empresario nunca abandonó a sus empleados y les puso el hombro a tiempos muy difíciles.

"Detrás de toda crisis hay una oportunidad"

Diego Córdoba y su mujer, Carla de Bairos Moura, alquilan y confeccionan vestidos de alta costura para fiestas. Pero la pandemia les pegó duro, a pesar de no tener casos positivos en la provincia. “Al no haber cumpleaños de 15 ni bodas, nos quedamos de un día para el otro sin trabajo y nos angustiamos mucho. No podíamos pagar el alquiler ni los servicios. Pero pudimos reconvertirnos y empezamos a fabricar barbijos. Ahora vendo por la calle y en la peatonal estos tapabocas de alta costura que me permiten llevar el plato de comida para mi mujer y mi hija Zoe. Detrás de toda crisis hay una oportunidad”, dice emocionado.

Sobre el milagro catamarqueño de no tener casos positivos, Córdoba reconoce que “tenemos mucho miedo. Los camiones van y vienen a Córdoba y Santiago del Estero. Pero hay que destacar la prevención que están llevando a cabo las autoridades”, finaliza.

 

 

 

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