Momentos y testimonios del vínculo de Belgrano con Catamarca

Diferentes testimonios trasmitidos de generación en generación dan cuenta que el general Manuel Belgrano estuvo en Catamarca en su paso con el Ejército del Norte, al iniciar en 1.812 la lucha por la independencia. Sobre relatos de historiadores catamarqueños.
sábado, 20 de junio de 2020 09:11
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"Hay muchas posibilidades que Belgrano haya estado en Catamarca", afirmó el historiador catamarqueño Marcelo Gershani Oviedo, cuando la TV Pública local lo entrevistó al cumplirse -el 3 de junio pasado- los 250 años del nacimiento del prócer. 
Nacido, en Buenos Aires, aquel día de 1770, fue bautizado con el extenso nombre de Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano. Se desempeñó como abogado, economista, periodista, político, diplomático y militar, de destacada actuación en la Revolución de Mayo y en el proceso inicial de la independencia nacional. Todo ello, al margen del trascendental mérito que da el mayor lustre a su figura: haber creado la Bandera Argentina.
Hasta con el dato familiar de que "mi abuela me sabía decir...que ahí ató su caballo Manuel Belgrano, como a ella le había llegado de oídas...", Gershani Oviedo, aclaró que "si bien, desde lo documental no hay precisiones, si existen testimonios o voces del pasado, que plantean que Belgrano estuvo en Catamarca. Son relatos orales, confrontados con otros tipos de fuentes", que brindan una aproximación de que así hubiera ocurrido.
Gershani Oviedo alude en principio a la síntesis histórica anotada en el acceso a la Capilla de "Nuestra Señora del Rosario", en Piedra Blanca, departamento Fray Mamerto Esquiú, donde se indica que "la tradición oral cuenta que cuando el Ejército del Norte se dirigía hacia el Alto Perú, durante las guerras de la Independencia, el Gral. Manuel Belgrano hizo bendecir la bandera en este lugar". 
El historiador catamarqueño apunta seguidamente que "dos nombres clave de la relación de Belgrano con Catamarca son los del teniente coronel Feliciano de la Mota Botello (comandante de armas y después administrador de Catamarca, que por entonces todavía no era una provincia porque pertenecía a la Gobernación del Tucumán), y el Padre Manuel Antonio Acevedo", quien en 1816 sería representante de nuestra provincia en el Congreso de Tucumán. 
Apoyado en las investigaciones del Padre Ramón Rosa Olmos, ex director del diario La Unión y también destacado historiador catamarqueño, Gershani Oviedo, describe que "para sofocar una sublevación, Mota Botello y Acevedo son clave al solicitar a Belgrano que se exima a Catamarca de un impuesto patriótico, creado en aquel Congreso". 
"Cuando el Congreso de Tucumán determina que todas las provincias debían contribuir para afrontar los gastos que demandaban las guerras de la independencia, el pueblo catamarqueño se revela y le pide a Mota Botello que interceda ante Belgrano, para que - a su vez- le reclame al Director Supremo (de la Provincias Unidas del Río de La Plata), Juan Martín de Puerredón, que Catamarca no pague ese impuesto, porque ya había realizado demasiados aportes a la guerra, con hombres, ganado y alimentos", detalla Gershani Oviedo. Y por esa gestión de Belgrano, Catamarca fue exceptuada del gravamen.
Otros datos de aquellas relaciones, citados por Gershani Oviedo en una entrevista de ayer en radio Valle Viejo, ahora para evocar los 200 años del paso a la inmortalidad del creador de la bandera (20 de junio de 1.820) , que se conmemoran hoy, "es la figura de Félix Pla, cuñado de Mota Botello, a quien éste le encarga la fabricación de pólvora con destino al Ejército del Norte", sobre lo cual hasta no hace mucho tiempo existían vestigios en las conocidas "ruinas del Polvorín", en la entrada a Piedra Blanca.
Y la amistad con el congresal Acevedo encuentra una puntual referencia, "el 6 de julio de 1816, cuando fue la voz cantante de la propuesta de Belgrano, sobre la forma de gobierno que pretendía para la naciente nación, incluso apoyado por San Martín y Güemes, de instaurar una monarquía constitucional, coronando a un (descendiente) Inca como rey", que -como se sabe- no prosperó, señala en otra parte Gershani Oviedo.
La Mgter. Alicia Moreno, junto a la Lic. Norha Trettel, autora de un video sobre los “Catamarqueños junto a Belgrano en la guerra por la Independencia”, comentó también acerca de las contribuciones de nuestra provincia al Ejército del Norte o la Campaña al Alto Perú.
Con rigor histórico, señala que "el 24 de septiembre de 1.812, durante la batalla de Tucumán, el contingente que va de Catamarca llega con 200 reclutas y 53 milicianos a cargo de Bernardino de Ahumada y Barros", describiendo que "llevan unos 500 animales, entre ellos 300 mulas, cargadas con pólvora, 800 arrobas (antigua unidad de peso) de pasas, 600 kilos de harina, suela para fabricar calzados, telas para vendas, que procedían de Andalgalá, Belén y Santa María, como de los pueblos del Este, donde había cría y producción de ganado vacuno".
Moreno refiere también a intercambios de mensajes de Ahumada y Barros con Belgrano, citando dos expresiones que adjudica al prócer recordado hoy, cuando le escribe al catamarqueño que "el enemigo de la Patria tiembla ante el aspecto de la Patria...", o cuando exhorta que "si los hijos de Catamarca quieren darle laureles de gloria a la Patria, que vengan a unirse a los soldados jujeños, santiagueños, tucumanos y salteños".
Al finalizar la batalla de Tucumán, como el -tal vez- más grande éxito militar de Belgrano, y como posteriormente quedara registrado en los Cabildos de Catamarca, Ahumada y Barros presenta sus soldados a Belgrano, quien los felicita, diciéndoles que "demos gracias a Dios por esta victoria".
Moreno enfatiza que "al margen de los aportes económicos y materiales de todo tipo, Catamarca contribuye con hombres, algunos descendiente de pueblos originarios, como los Amaya, Sacallán, Chasampi o Purulla...", comentando que "aquella generosa colaboración deterioró al extremo la economía de Catamarca, que participó hasta donde pudo con este llamado de la Patria, que hacía Belgrano".
La anécdota de La Condición
Un dato de color y si se quiere frívolo del paso de Belgrano por Catamarca es el del famoso baile de "La Condición", una danza nativa netamente catamarqueña, que "Belgrano compartió con Luisa Isabel de la Mota Botello (hija del Tnte. Coronel Feliciano de la Mota Botello), y cuyos descendientes fueron trasmitiendo -como cierto- a las sucesivas generaciones de parientes". 
Y "hasta señalando que tuvo lugar en la residencia de aquella familia, en lo que hoy es la calle Esquiú al 600, entre Rivadavia y Salta, donde hoy funciona la Academia (de música y danzas) Rubinstein" de la actual capital catamarqueña, acota en otra parte el historiador Gershani Oviedo, sugiriendo que "Belgrano era dicharachero, y en medio de la guerra solía proponer reuniones sociales".
Sobre este tema, deslizó que en un tiempo se dijo que el nombre del baile quedó así, porque "Belgrano, al ser invitado a bailar habría expresado que 'lo voy a hacer con la condición de que sea con ella' (por Luisa Isabel...)"; una anécdota de seducción, que "el folclorologo Carlos Vega se encargó de desmitificar, afirmando que "esa pieza (musical) ya tenía ese nombre". 
La carta a Celestino Liendo
Finalmente, Gershani Oviedo trae al presente otra referencia del vínculo de Belgrano con Catamarca, mencionando "la última carta que escribe desde San Isidro, Buenos Aires, a Celestino Liendo, de Londres, Belén, quien era tío de María de los Dolores Helguero Liendo, con la que el prócer tuvo a una de sus hijas: Manuela Mónica del Corazón de Jesús Belgrano Helguero".
"Es decir que la abuela materna de la hija de Belgrano era de Belén, Catamarca" se ufana con dominio genealógico Gershani Oviedo, agregando que era "descendiente, a la vez, de las familias Riva y Carrizo de Andrada", como respalda para dar certeza a su afirmación. 
A modo de conclusión, y como resumen de las distintas entrevistas aquí -tal vez desordenadamente- rescatadas, Oviedo Gershani afirma que "la figura de Begrano es una de las más importantes de la historia Argentina, porque literalmente entregó su vida por la Patria".
"Habiendo nacido en el seno de una familia rica, en Buenos Aires, estudió leyes y economía en Europa, dejando la comodidad de su buffet de abogado, para ponerse el fusil al hombro en defensa de la Patria", sentencia el historiador, quien considera que "por más que junio sea el 250 aniversario de su nacimiento y también los 200 años de su fallecimiento (por hoy), todo el 2020 debe ser considerado el Año Belgraniano".

Victor "Paco" Uriarte
 

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