FIESTAS MARIANAS

“Que Jesús cure nuestras cegueras”

Monseñor Luis Urbanc en el homenaje de los misioneros.
sábado, 4 de diciembre de 2021 10:48
sábado, 4 de diciembre de 2021 10:48

El viernes 3 de diciembre, día en que la Iglesia celebra a San Francisco Javier, rindieron su homenaje los miembros de la Pastoral Misionera. Lo hicieron durante la Santa Misa de las 21.00, presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por el Rector de la Catedral Basílica y Santuario del Santísimo Sacramento y de la Virgen del Valle, Pbro. Gustavo Flores; y el párroco de Jesús Niño, Pbro. Eugenio Pachado.

Luego de dar la bienvenida a los alumbrantes, el Obispo rogó para que “todos experimentemos un renovado fervor misionero”, en el inicio de su predicación.

Luego se refirió a la condición de todo bautizado de ser discípulos misioneros en salida y a continuación reflexionó sobre las lecturas bíblicas de la Misa.

“El profeta Isaías, en los capítulos anteriores al texto que se acaba de proclamar, critica a los dirigentes políticos que con sus decisiones y su conducta llevan al pueblo al desastre. Pero, ahora anuncia que se producirá una profunda modificación. La fórmula «aquel día» indica que este cambio es debido al Señor, a su voluntad salvadora. Esta acción de Dios provocará el fin de la opresión y la liberación de los pobres y los humildes”, comenzó y agregó: “La salvación del Señor provoca ante todo el gozo de los necesitados y humildes y la desaparición de los violentos. Los humildes para Isaías son aquellos que en el momento de la angustia confían en el Señor y perseveran en la espera de la salvación que viene de Él, son generosos y sencillos, viven dependiendo de Dios, disponibles y entregados a los demás, son los que cuentan con Dios y por eso Dios cuenta con ellos: con ellos formará el resto de fieles; mientras que los ricos, los poderosos, quedarán excluidos porque sólo confían en sus medios humanos, están llenos de sí mismos y de sus propias cosas”.

Más adelante, refiriéndose al Evangelio proclamado, Mons. Urbanc repasó: “Al paso de Jesús dos ciegos reaccionan, le siguen y dan gritos pidiendo misericordia. (…) Jesús no puede negarse cuando alguien apela a su misericordia, pero siempre exige como condición la fe. Todo milagro en la vida de Jesús es milagro de fe. Ante la fe sincera de la persona, Jesús obra el milagro”.

“Los ciegos que buscan a Jesús reciben su curación porque le piden que tenga compasión de ellos. También nosotros tenemos necesidad de que Jesús cure nuestras cegueras, nuestras oscuridades, que nos dé una nueva forma de mirar e ilumine nuestra vida. Cada Adviento es una nueva oportunidad para que Jesús disipe las sombras y confusiones que nos surgen en la vida y su renovadora luz brille en nosotros”, indicó.

En el cierre de su homilía invocó a la Virgen. “Querida Madre del Valle -dijo- ven en ayuda de los que nos sabemos faltos de visión, faltos de la Luz que es Jesús, tu bendito Hijo, para que podamos salir al encuentro de los demás como humildes discípulos misioneros del amor, la verdad, la vida y la paz que tanto necesita el mundo. Renueva en todos nosotros el ardor misionero a ejemplo de tantos hermanos y hermanas que entregan con generosidad su vida al servicio de quienes aún no conocen cuánto los ama Dios y su llamado a la santidad”.

Galería de fotos

3
4
0%
Satisfacción
33%
Esperanza
66%
Bronca
0%
Tristeza
0%
Incertidumbre
0%
Indiferencia