El pasado 12 de julio, alumnos y docentes-investigadores de la Escuela de Arqueología de la Universidad Nacional de Catamarca, conjuntamente con la Dirección Provincial de Antropología y la Municipalidad de Valle Viejo, realizaron tareas de rescate en un sitio arqueológico situado en la traza de un camino vecinal lindero al Camino Real.
Gracias a la convocatoria realizada por la Dirección Provincial de Antropología el equipo GEA (Grupo de Estudios Arqueológicos) y especialistas en la temática arqueológica; pudo rescatar un variado número de elementos que en primera instancias posibilito recuperar valiosa información de las sociedades prehispánicas que se desarrollaron en el departamento Valle Viejo alrededor del primer milenio.
Los materiales recuperados corresponden a diversos fragmentos cerámicos y cuyos estilos decorativos son asignables con Alumbrera, Ciénaga, Condorhuasi y la Aguada; ubicados cronológicamente entre el 200 y el 1300 d.C.; fragmentos óseos y estructuras de combustión (fogones). Además, se detectó la presencia de un piso de vivienda sobre el que se advirtió una de las tantas formas de ocupación y utilización de los espacios en en los departamentos del Valle Central.
Este sitio forma parte del complejo y variado estilo de vida de las sociedades prehispánicas en las que la complejidad social y económica se sustenta en la ocupación simultánea de lugares que permiten a través de distintas tecnologías la explotación de los mismos.
“Queremos resaltar el entusiasmo de los alumnos que nos acompañaron esta vez, que pusieron todo de sí para las largas jornadas que implico el recate; agradecer las gestiones de la Escuela de Arqueología para autorizar la práctica; la invalorable colaboración del Mgter. Carlos Nazar que nos acompañó en las tares de excavación; al Lic. Ezequiel Fonseca Dir. de Antropología por convocarnos al recate y por realizar las gestiones ante la Municipalidad de Valle Viejo para que este rescate sea un rotundo éxito”, expresó el magister Hugo Puentes, docente investigador de la Escuela de Arqueología.
Finalmente, destacó la importancia de la habilitación de las prácticas de los estudiantes. “Gracias a la posibilidad que nos permitió el protocoló COVID-19 de la UNCA en referencia a las prácticas con alumnos, es que un variado número de ellos tuvieron la oportunidad de realizar sus primeras experiencias de campo”, concluyó.
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