Al planear unas vacaciones o una escapada de fin de semana, cada vez más argentinos buscan destinos que ofrezcan naturaleza, tranquilidad y experiencias auténticas. Y en la zona oeste de Catamarca, sobre la icónica Ruta Nacional 40, aparece Hualfín, un pueblo que parece detenido en el tiempo y que sorprende a cada visitante con lagunas verde esmeralda, aguas termales naturales y una riqueza cultural impactante.
Ubicado a solo 63 km al norte de Belén, este pintoresco rincón es mucho más que una parada en la ruta: es un refugio ideal para quienes desean desconectar del ritmo urbano y reconectar con la tierra, la historia y la calma.
Naturaleza que emociona: el secreto del Pozo Verde
Uno de los grandes tesoros de Hualfín es el Pozo Verde, un rincón natural con lagunas de un tono verde esmeralda que parece sacado de una postal. Rodeadas de montañas coloridas y un aire puro que renueva, estas aguas son perfectas para pasar el día al aire libre, con zonas de acampada, mesas y parrillas para disfrutar con amigos o en familia.
Además, quienes buscan experiencias más relajantes pueden visitar la Quebrada de Hualfín, donde las aguas termales brotan a una temperatura constante de 32°C. Estos baños naturales son conocidos por sus propiedades curativas y brindan un entorno ideal para quienes necesitan un verdadero descanso físico y emocional.
Un viaje al pasado: historia viva entre los cerros
Hualfín no solo enamora por sus paisajes. También guarda joyas históricas como la Capilla de Nuestra Señora del Rosario, construida en 1770 y declarada Monumento Histórico Nacional. Esta iglesia, una de las más representativas del país, es un testimonio silencioso de la historia y la fe de generaciones enteras.
Caminar por Hualfín es dejarse envolver por su energía serena, sus calles tranquilas, y una comunidad que mantiene vivas las tradiciones del noroeste argentino.
¿Cómo llegar a Hualfín?
Desde San Fernando del Valle de Catamarca, el viaje arranca por la Ruta Nacional 38 hasta Chumbicha. Luego se sigue por la RN 60, atravesando la emblemática Cuesta de La Cébila y pasando por Mazán y Aimogasta. Al tomar la Ruta Nacional 40 hacia el norte, hay que continuar hasta Belén, desde donde restan solo 63 km para llegar a este pueblo encantador.
Un destino para sentir, no solo visitar
Hualfín es de esos lugares que no se explican: se viven. Con su combinación de naturaleza salvaje, aguas curativas, cultura ancestral y una calma que abraza, este rincón de Catamarca se presenta como una joya aún poco conocida, ideal para quienes buscan experiencias con alma.
Si todavía no lo anotaste en tu lista de destinos... tal vez este sea el momento.