Sin embargo, la lucha de la víctima continuó y aún tiene una esperanza. El caso conmovió a la ciudad de Ancona. En 2015, la joven, de 22 años, después de una clase de la escuela nocturna fue con dos compañeros a tomar algo y luego, según la denuncia, fue violada por uno de ellos, mientras que el otro actuaba como campana.
Aunque la defensa aseguró que las relaciones fueron consentidas, las pericias comprobaron que la mujer tenía lesiones compatibles con una situación forzada. Aunque en una primera instancia el acusado fue condenado a cinco años y su cómplice a tres, tras la apelación, la sentencia fue anulada.
¿La causa?
Según el fallo firmado por tres mujeres, al acusado “ni siquiera le gustaba la chica, al punto de haberla agendado en el celular con el nombre de ‘Vikingo’, en alusión a una personalidad para nada femenina y más bien masculina”. Además, incluía una foto de la joven violada a modo de justificación.
Pese a este insólito revés, la joven siguió la acción penal y logró que la Corte de Casación anulara las sentencias, por lo que ahora el Tribunal de Apelaciones será el que tenga que resolver.
Fuente: A24
