Crecen los casos de personas internadas en terapia intensiva

Hasta hoy eran 272 las personas en cuidados intensivos en el país, una cifra que creció a un ingreso cada dos horas en la última semana. De los pacientes en camas UTI, el 88% por ciento están internados en clínicas, sanatorios u hospitales del área metropolitana Buenos Aires (AMBA). El 12% restante, en el interior del país.
lunes, 1 de junio de 2020 16:15
lunes, 1 de junio de 2020 16:15

Una de las variables que se siguen más de cerca en torno a la pandemia del coronavirus Covid-19 es la cantidad de infectados que ingresan las Unidades de Terapia Intensiva ( UTI ), que es considerado, a nivel mundial, el "eslabón más débil" de la cadena y donde se produce el cuello de botella que deriva en situaciones como las de Italia, España y los Estados Unidos, donde no se pudo asistir a todos los infectados y se debió elegir a quién tratar.

En la Argentina también se sigue se cerca este dato. Por la mañana, en el reporte que brinda la secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, Carla Vizzotti, se detalló que hasta hoy eran 272 las personas en cuidados intensivos en el país, una cifra que creció a un ingreso cada dos horas en la última semana. De los pacientes en camas UTI, el 88% por ciento están internados en clínicas, sanatorios u hospitales del área metropolitana Buenos Aires (AMBA). El 12% restante, en el interior del país.

Según los datos actualizados del Ministerio de Salud de la Nación, a los que accedió LA NACION, antes de la pandemia había 8.521 camas UTI y, hasta el miércoles pasado, se sumaron 2.884, es decir, creció un tercio la capacidad.

Martín Sabignoso, Secretario de Equidad en Salud de la Nación, detalló a este medio: "Previo a la pandemia, la distribución de camas UTI era 2419 en el sector público y 6102 en el sector privado. Esta semana, de las 11.405, 4375 son del sector público y 7030 del privado. Es decir, las camas en los hospitales públicos de todo el país pasaron del 28 al 38% del total".

En diálogo con LA NACION, Rosa Reina, presidenta de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva ( SATI ), analizó: "Los números del total de los pacientes en terapia intensiva, más allá del Covid-19 en el país, no los tenemos a ciencia cierta. No están. Estamos conectados entre los intensivistas, en forma personal, nos vamos pasando los datos y los números que cada uno tiene. Pero oficial, lamentablemente, no hay nada. La verdad que nos preocupa y lo estamos solicitando, pero los números no están.

"Hay terapias intensivas donde tienen más casos, que tienen una ocupación del 40% y hay otras que están en un 10%. Estos son números que manejo por charlar con otros colegas. No tenemos números oficiales de tasa de ocupación. Obviamente, en los lugares donde hay más personas infectadas con Covid-19 hay un número más importante de estos pacientes que van a terapia. No puedo dar algo que no es oficial. No queda bien", dijo la médica y agregó: "Entendemos que se está aumentando el número de enfermos moderados que ingresan a los hospitales y, de ese número, también aumentan los que van a terapia intensiva. Pero no todos necesitan ser ventilados o utilizar un respirador".

Consultado por LA NACION, Sabignoso explicó que aún se trabaja en una herramienta de monitoreo en tiempo real de todas las camas UTI del país. Según detalló, se trata de una herramienta que se desarrolló a partir de la pandemia y que ya toma los datos de un 70% de los centros de salud con camas de cuidados intensivos de todo el país.

Sobre el planteo de Rosas de la falta de información de la ocupación de las camas, explicó que en este momento, la ocupación ronda entre el 35% y el 38%. Es decir, cerca de 4000 de las 11.000 camas disponibles.

Un sistema frágil que se reforzó como se pudo

Ante la consulta de cómo estaba la situación en el país, la titular de la SATI explicó: "Los intensivistas somos pocos hace muchos años. Lo que hicimos fue generar planes de contingencia para que haya, al menos uno o dos intensivistas por cada terapia y que estén acompañados. Nos hemos preparado para el peor de los escenarios como lo que vimos en Europa y los Estados Unidos".

"Entrenamos a esos profesionales, pero hay habilidades que no se pueden enseñar en poco tiempo. No se puede enseñar a intubar en dos meses, ni a manejar un respirador que tiene muchas variables. Lo mismo pasa con los enfermeros y kinesiólogos que no son intensivistas y se los tiene que preparar", dijo Reina y agregó: "Ya perdimos la cuenta de la cantidad de profesionales no intensivistas que se entrenaron en todas las provincias. Desarrollamos un programa de capacitación con el Ministerio de Salud que se replica en el país".

La emergentóloga aseguró: "Hemos tratado de adaptar el sistema de salud precario que tenemos en el país hace muchísimos años. Tratamos de adecuarlo lo mejor que pudimos para esto. El tipo de sistema de salud que tenemos ya se evidenció con la anterior pandemia que fue la de la gripe H1N1. Lamentablemente, eso no se ha modificado. Los recursos en el sistema de salud siguen siendo bajos".

Sobre este punto, Sabignoso coincidió y explicó que en esta oportunidad se buscará que las nuevas camas incorporadas al sistema permanezcan más allá de la pandemia. "Se está garantizando no solo los materiales, sino la fuente de financiamiento a través del programa Sumar", dijo el abogado.

"En el medio nos quedó, que por suerte no vino al país, la epidemia del Ébola que hubo hace unos cinco años. Allí también se estuvo preparando todo el sistema de salud en el país. Ahí ya dijimos que el sistema debía ser mejorado", recordó Reina y remarcó: "Creemos que una vez pasada esta pandemia el sistema tiene que mejorar".

Sobre el incremento de camas UTI, que implica una suba del 33% de cantidad de camas disponibles en el país, la médica remarcó que el hecho de sumar aparatos y mobiliarios, no implica aumentar los profesionales que sepan manejar los mismo. "No tenemos los recursos humanos para las nuevas camas de terapia intensiva. Vamos a estar muy justo, por eso tenemos que entrenar en lo que se pueda a otros médicos no intensivistas. Es lo que hicimos y venimos haciendo", dijo Reina.

"Lo mismo pasa en enfermería donde se necesita mucho más. Igual que en kinesiología, que son muy importantes, y hay muy pocos", detalló la titular del SATI y agregó: "Estos son conocimientos que no tienen y hay que reforzárselos constantemente para que no se lo olviden. Es lógico que se olviden porque no lo hacen".

Para cerrar, Reina recordó que no todos los pacientes con Covid-19 que llegan a terapia intensiva necesitan un respirador. "Normalmente, el 50% de los que están en terapia son pacientes ventilados. Con la pandemia, a lo sumo se puede llegar al 70 u 80%. Hasta ahora, la mitad de los que llegaron a terapia por coronavirus necesitaron respirador".

"Entendemos que puede llegar a aumentar un poco, pero no más allá del 70%. El paciente anciano, con comorbilidades tiene grandes chances de ir a respirador. El paciente joven que no tiene otras enfermedades de base, es menos probable. El joven, que tiene comorbilidades, tiene un poco más de posibilidades, pero menos que los ancianos", comparó la médica.

Sobre este punto, el Ministerio de Salud informó que el sábado se entregaron 100 respiradores a la ciudad de Buenos Aires. En tanto, hoy otros 120 equipos se destinarán para la provincia de Buenos Aires. Según detallaron, ya se distribuyeron un total de 1.350 desde el inicio de la pandemia. La Nación.

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