Con 4.500 muertos, Suecia reconoce que se equivocó

El epidemiólogo jefe del gobierno admitió que la estrategia de adoptar una cuarentena suave "probablemente no haya sido la más adecuada".
jueves, 4 de junio de 2020 10:57
jueves, 4 de junio de 2020 10:57

Con la cifra de casi 4.500 muertos, Suecia reconoció por primera vez que la estrategia de una cuarentena muy suave elegida para hacer frente al coronavirus probablemente no haya sido la más adecuada. En una entrevista concedida a la radio estatal sueca, el epidemiólogo jefe del gobierno, Anders Tegnell, admitió que se deberían haber implementado más restricciones desde el principio.
"Si nos topáramos otra vez con esta enfermedad sabiendo lo que sabemos ahora, creo que nos habríamos situado en un punto intermedio entre lo que hemos hecho nosotros y lo que ha hecho el resto del mundo", ha indicado Tegnell, máximo responsable de la lucha antipandemia en su país.
"Creo que existe claramente un potencial de mejora. Y es bueno saber con más exactitud qué es lo que hay que cerrar para frenar la expansión del contagio", agregó. Ahora, Tegnell admitió públicamente por primera vez que la estrategia está causando demasiadas muertes, aunque se mostró inseguro sobre si la solución habría sido tomar más medidas y durante más tiempo, todas a la vez o cuáles.
Suecia ha adoptado desde el comienzo una estrategia más suave que la mayor parte de países europeos, con muchas recomendaciones generales apelando a la responsabilidad individual para proteger a los grupos de riesgo, a la vez que ha ido introduciendo restricciones a la vida pública.
Así, ha registrado 38.589 casos y 4.468 muertos, con una tasa de 43,2 fallecidos por 100.000 habitantes, muy superior a la del resto de vecinos nórdicos.
Tampoco su cuarentena "light" sirvió para mantener a flote la economía. La ministra de Finanzas, Magdalena Andersson, advirtió recientemente que Suecia se enfrenta a su peor crisis económica desde la Segunda Guerra Mundial, con un PIB que se desplomará un 7% en 2020, aproximadamente tanto como el resto de la UE.
La alta mortalidad provocó críticas a la estrategia sueca, sobre todo fuera del país, aunque las autoridades han mantenido su línea, admitiendo no obstante el fracaso en la protección de los ancianos, más de dos tercios del total de muertos, sumando los que viven en asilos y los que reciben asistencia en sus casas.
Annike Linde, predecesora de Tegnell como epidemióloga jefe de 2005 a 2013, dijo la semana pasada que inicialmente había respaldado la estrategia del país, pero había comenzado a reevaluar su punto de vista a medida que el virus se extendió por la población de ancianos.
"No había ninguna estrategia para los ancianos, ahora entiendo", dijo Linde a la emisora estatal sueca. "No entiendo cómo pueden pararse y decir que el nivel de preparación fue bueno, cuando en realidad fue pésimo". Suecia habría hecho mejor en seguir a sus vecinos nórdicos (Noruega), cerrar sus fronteras e invertir en pruebas y seguimiento en mayor medida, dijo esta experta.