"Paola Alejandra Ramos", se lee en su Documento Nacional de Identidad. "Mis padres no se dieron cuenta. Con los años, al comenzar con los trámites de la renovación de mis documentos, se dieron con esa novedad", explicó el protagonista de esta insólita historia.
Cuando Pablo recibió su DNI, sus padres enmendaron el error a mano y sobrescribieron su nombre: la letra "o" de Paola se convirtió en una "b" y la "a", en una "o".
Durante su infancia, no hubo mayores complicaciones. Tal como él mismo relató, "en la escuela no había problema, porque las maestras y la directora ponían el verdadero nombre, a pesar de que el documento estaba corregido y la partida de nacimiento decía 'Paola'".
Sin embargo, los contratiempos comenzaron a aparecer con el correr de los años: primero, con la renovación del documento a los 16 años, luego debió enfrentarse a la imposibilidad de votar, conseguir trabajo e inscribir a los hijos con su apellido.
"La partida de nacimiento también estaba mal el nombre y sexo. Anduve por diferentes unidades judiciales desde los 18 años y hasta ahora sin respuesta. Tengo cinco hijos, no tengo plata y no puedo trabajar", dijo a Cadena 3.
"Ya no sé qué hacer. Mi vida no existe, no tengo dignidad y quiero darles a mis hijos lo que corresponden. Eso es lo que más me duele", se lamentó.
En tanto, Verónica Saicha, la directora del Registro Civil, explicó que "sin una resolución judicial, es poco lo que se puede hacer por él".
"Lo voy a convocar para consultar sus trámites y ponerme a disposición. Tenemos muchas personas así, pero es raro que demoré 36 años en reclamar", declaró.
