A partir de diciembre, las jubilaciones, pensiones y asignaciones sociales recibirán un incremento del 2,69%, basado en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de octubre, lo que representa una leve mejora en los ingresos fijos de millones de argentinos.
Sin embargo, lo más destacado es la entrega de un bono extraordinario de 70 mil pesos para aquellos que perciban los haberes más bajos, lo cual complementará el aumento mensual y el medio aguinaldo, con un calendario de pagos que ya está establecido. Así, ningún jubilado o pensionado recibirá menos de 459.398,14 pesos, lo que incluye el bono y el aguinaldo, alcanzando a aquellos con haber mínimo, quienes también verán una mejora significativa en sus ingresos.
El bono beneficiará también a la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM) y a las Pensiones No Contributivas (PNC), ajustando la cifra total a 381.518,51 pesos y 342.578,70 pesos, respectivamente. En el caso de la Asignación Universal por Hijo (AUH), su valor llegará a 93.281 pesos, mientras que la AUH por Hijo con Discapacidad alcanzará 303.743 pesos.
Con este incremento, el Gobierno busca mitigar la presión inflacionaria y ofrecer un respiro a quienes viven de ingresos fijos, en un mes clave como diciembre, cuando los gastos de fin de año aumentan considerablemente. Para muchos, este bono será una ayuda esencial para cubrir las necesidades básicas y enfrentar el contexto económico actual.
¿Este aumento será suficiente para superar la inflación? ¿Qué impacto tendrá en el bolsillo de los jubilados y pensionados? El bono de 70 mil pesos y el ajuste por inflación marcan un paso en la política económica, pero la incertidumbre sigue siendo el gran tema pendiente.