Denunciadora serial se quedó sin denuncias

Diputada provincial ella, adicta a la denuncia judicial fácil, fue mencionada con nombre y apellido como promotora de un affaire millonario y no reaccionó. Ni mu…! dijo.
lunes, 20 de marzo de 2017 09:11
lunes, 20 de marzo de 2017 09:11

No pidió retractación alguna, nada; ni tampoco presento una denuncia judicial que salve su buen nombre y honor. "Le taparon la boca” podría decirse.

Se cumplen 9 días de la última Convención de la UCR, donde se dijeron muchas cosas que llamaron la atención por distintos motivos.

Allí hubo muchos planteos de los convencionales presentes contra las eternas reelecciones de los mismos personales en aprovechamiento de un radicalismo en decadencia; también hubo críticas contra las "mesas chicas” y varios pedidos a favor de la necesidad de una renovación que dé cabida a nuevos dirigentes.

También se destacó la denuncia del diputado Víctor Hugo Luna de que un partido político pequeño le birló a la UCR 1500 afiliaciones. Increíble, pero cierto. (Es increíble que un partido político pequeño tenga la capacidad de operativizar semejante movilización, casi tanto como que un partido centenario como la UCR deje cargar sus afiliados en un camión y se los traslade graciosamente al Juzgado Federal a firmar las nuevas fichas de afiliación a un partido que casi no tiene actividad en Catamarca).

Pero lo más llamativo y de lo que no se habló mucho es la insinuación de un convencional y reconocido militante radical (Enrique Sir), quien "solicitó” que la Vicepresidenta primera del partido, Verónica Rodríguez Calascibetta, "cuente, porque tenemos un problemita económico desde marzo del 2011”.

Sir hacía referencia específicamente la deuda que la UCR mantiene con Editorial Capayán, o sea diario El Ancasti. Como se sabe, el partido le debe importantes sumas de dinero al Diario por pauta publicitaria de la campaña política de marzo del 2011, cuando el FCS perdió la elección a manos de Lucía Corpacci.

Pero más curioso que el planteo estrambótico del diputado Luna o la temeraria insinuación de Sir, resulta el silencio de la diputada Verónica Rodríguez Calascibetta; ya que fue mencionada con nombre y apellido como promotora de un affaire millonario, no se le conoce reacción alguna. Ni mu…! dijo, no pidió retractación alguna, ni tampoco presentó una denuncia judicial que salve su buen nombre y honor.

Ella siempre tan dispuesta a tratar todo en el terreno de la Justicia, no se le conoce presentación alguna.

No quiere decir que la insinuación de Sir no le produjera indignación, pero no jerarquizó esa indignación con ningún planteo judicial.

Vaya uno a saber por qué, pero podría decirse que "le taparon la boca”. ¡Pobre!

 

 

 

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