Todos los hombres que se dedican a la política tienen historia en sus espaldas; pero también es cierto que cada presente resignifica o incluso genera nuevas condiciones de recepción de esa historia. Eso supone que con el tiempo van cambiando percepciones, incluso la relación de esos hombres con esas historias que les toco vivir.
En cada momento histórico, cada hombre de cada generación, se enfrenta a la necesidad de dar cuenta, de repensar, de interrogar aquello que, habiendo quedado en el pasado, habita profundamente en la vida presente. El pasado, aunque no lo sepamos, esta delante de cada uno. Algo de esto quedo patente esta semana, a partir de la venida del presidente Macri.
En las pocas horas que estuvo el Presidente en Catamarca sobresalió la estrecha relación política de los gobiernos de Nación y Provincia. En contraste, lo que resaltó fue la ausencia de los popes del radicalismo catamarqueño, Eduardo Brizuela del Moral y Oscar Castillo. Hubo si otra dirigencia opositora, pero que necesita sumar muchas horas de vuelo político para igualársele a los dos Ex mandatarios.
Para muchos, dentro y fuera de la oposición provincial, parece que también para la Casa Rosada, los ex gobernadores radicales de Catamarca son el pasado, porque como decíamos antes con el tiempo van cambiando percepciones, la relación de esos hombres con esas historias que les toco vivir. Este debate que no termina de resolver el radicalismo catamarqueño, también lo tuvo el peronismo en la oposición y lo resolvió favorablemente. Habrá que ver cómo lo resuelve el radicalismo.
