Pero a la luz de los acontecimientos vemos nuevamente la asociación de políticos y letrados, para configurar este fraude. Sin importarles banderías políticas ni el dolor de la gente que espera justicia para terminar de enterrar a sus parientes. Una Especie de: “Nos salvemos todos caiga quien caiga”.
De más está citar las innumerables opiniones en el expediente y fuera de él, de particulares en el ejercicio de su profesión o de instituciones relacionadas, que demostraron la culpabilidad de la existencia del puente y de su mala disposición. Universidades, Colegios Profesionales, instituciones, Peritos, etc. E incluso movidas convocadas antes del desastre por algunos imputados (hoy sobreseído), para la demolición del puente. Los damnificados entendieron que no era necesario convulsionar a la sociedad con marchas como en aquella oportunidad. Dado que desde un comienzo se supo quiénes eran los responsables y en ese sentido el anterior Fiscal imputo a casi todos, dejando afuera solo a un ministro que supo despegarse a tiempo (Vaya a saber de que forma). Se entendía que solo era cuestión de esperar los tiempos procesales para alcanzar la justicia. Sin saber que la dilación favorecía la negociación del Fraude.
El Fiscal siguió el caso desde el primer momento e incluso estuvo presente en la extracción de los cuerpos en la zona de la tragedia. Hablo con la gente, recabo información, vio con sus ojos y adopto una postura de responsabilidad, que la conservó hasta su desvinculación. Independientemente de las causas esgrimidas, logran sacar al Fiscal como paso fundamental para revertir la verdad. Ponen un nuevo fiscal contratado, que vendía honestidad y solvencia. Incluso solicitado y apoyado por los demandantes. Cuando todo estaba listo para la elevación a juicio, habiéndose respetado los tiempos de apelación. Aparecen extemporáneos pedidos que incluso con la negativa del Juez de Control, llegan a Cámara.
Lo apelantes contrataron estudios jurídicos de Córdoba, que contaban con el beneplácito y servilismo de los miembros de la Cámara (En forma grosera y sin ningún disimulo). Lograron juntos hacer volver a la causa a la etapa de las pericias. Dieron vuelta la opinión del Perito oficial y arreglaron al actual Fiscal en consonancia. Se estaba cerrando el Fraude, solo faltaba la intervención y funcionalidad del Fiscal. Este Fiscal, haciendo caso omiso a la cantidad de pruebas existentes en el expediente, sobresee en forma total y permanente a los responsables del puente. Dando vuelta su posición claramente marcada a los reclamantes. Esto ahora, probablemente llagará a Cámara de Apelaciones. Donde sus miembros terminaran de cerrar el arreglo oportunamente trazado. Seguramente muy beneficiosos para ellos pero nefasto para la sociedad y la historia de Catamarca.
El Fiscal obligado por las presiones u otras variables (compromisos), seguirá su carrera vertiginosamente ascendente en el Poder Judicial y los responsables de la tragedia, caminaran con la frente bien alta dentro de la sociedad. El Fiscal, los camaristas, el perito oficial y otros relacionados estarán deseando que aquellas viejas movidas para la demolición del puente se efectivicen, para evitar que una nueva crecida los ponga en evidencia. Cada vez que se nuble con amenaza de lluvia, estarán rezando y peleando con sus conciencias. Ensayando el discurso que tendrán no solo con la sociedad, sino también con sus propios hijos cuando el pueblo se los reclame.
El Fraude está conformado. Solo existe una luz de esperanza en la verdad, si los camarista en un acto de dignidad y arrepentimiento, logran imponerse a sus arreglos espurios y reencaminan la causa en busca de la verdad real. En definitiva para eso estudiaron y se les confió el cargo. Si esto no pasa la causa, como en los escritos legales, se cerrara diciendo: “proveer de conformidad nos hizo felices a todos los miembro del poder judicial”. Fernando Yoris. Les escribo desde Brasil. Yo estuve el día de la tragedia en El Rodeo.
Fernando Yoris
